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Suecia y Finlandia están a punto de entrar a la OTAN. Te contamos por qué es importante y lo que viene después

Pixabay

Alexandra Ferguson

(CNN) — Suecia y Finlandia están a punto de poner fin a décadas de neutralidad y unirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en un avance histórico para la alianza que supone un golpe para el presidente de Rusia, Vladimir Putin.

El último gran obstáculo para la entrada de ambas naciones en el bloque se eliminó cuando Turquía abandonó su oposición el martes.

La OTAN invita formalmente a Finlandia y Suecia a unirse a la alianza

Este avance se produjo durante una cumbre de la OTAN en Madrid que ya se ha convertido en una de las reuniones más importantes de la historia de la alianza militar.

Ahora se espera que los dos países se conviertan rápidamente en miembros de pleno derecho de la OTAN, apuntalando el flanco oriental del bloque a los pocos meses de la invasión rusa de Ucrania.

Aquí está todo lo que hay que saber sobre el por qué de este movimiento, lo que viene después y por qué es importante.

¿Cuáles son los acontecimientos más recientes?

Suecia y Finlandia anunciaron su intención de ingresar en la OTAN en mayo, después de que la invasión rusa de Ucrania provocara un repentino cambio de actitud hacia la adhesión al bloque.

Ese anuncio fue bien recibido por casi todos los líderes de la OTAN, pero había un obstáculo importante. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, dijo que no veía “positivamente” que ambos países se unieran a la OTAN, acusándolos de albergar a “organizaciones terroristas” kurdas.

Según las normas de la OTAN, basta con un solo Estado miembro para vetar el ingreso de un nuevo solicitante.

Sin embargo, el martes se produjo un gran avance diplomático entre los tres países en la cumbre de la OTAN en Madrid. Turquía firmó un memorando trilateral con Finlandia y Suecia, levantando su oposición y dándoles la bienvenida oficial al ingreso en el bloque.

“En la OTAN siempre hemos demostrado que, sean cuales sean nuestras diferencias, siempre podemos sentarnos, encontrar un terreno común y resolver cualquier problema. La política de puertas abiertas de la OTAN ha sido un éxito histórico”, declaró el secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, a los periodistas en Madrid.

Este miércoles, la OTAN invitó formalmente a Suecia y Finlandia a unirse, dando inicio a un proceso de varias etapas que terminará con ambos países como miembros de pleno derecho.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, se dirigió el miércoles a la cumbre de la OTAN en Madrid, donde un avance diplomático clave ha allanado el camino para la adhesión de Suecia y Finlandia.

¿Qué pasará después?

Stoltenberg dijo este miércoles que espera que Suecia y Finlandia se conviertan rápidamente en miembros de la alianza militar.

La invitación da inicio a un proceso de adhesión de siete pasos. Los momentos clave de ese camino incluyen las conversaciones entre la OTAN y los países candidatos. Los candidatos deben aceptar formalmente las obligaciones de la adhesión, y luego los actuales Estados miembros firman un Protocolo de Adhesión, antes de ratificarlo individualmente en su país.

“Necesitamos un proceso de ratificación en 30 parlamentos; eso siempre lleva algún tiempo, pero también espero que vaya bastante rápido, porque los aliados están dispuestos a intentar que ese proceso de ratificación se produzca lo antes posible”, explicó Stoltenberg el miércoles.

Después de eso, se invita formalmente al país candidato a adherirse al Tratado de Washington, el documento fundacional de la alianza.

La OTAN tiene una política de “puertas abiertas”: cualquier país puede ser invitado a unirse si expresa su interés, siempre que pueda y esté dispuesto a mantener los principios del tratado fundacional del bloque.

El proceso de ratificación suele durar aproximadamente un año, desde la firma del Protocolo de Adhesión por parte de los miembros existentes hasta que el país se incorpora al Tratado de Washington.

Pero la guerra en Ucrania ha añadido una urgencia sin precedentes a la adhesión de Suecia y Finlandia, y el calendario podría acelerarse como resultado de ello.

¿Cómo han reaccionado los líderes?

El presidente de EE.UU., Joe Biden, elogió el avance con Turquía, diciendo que enviaba una clara señal a Rusia de que la OTAN estaba unida y creciendo.

La decisión de Suecia y Finlandia de “abandonar la neutralidad y la tradición de neutralidad para unirse a la alianza de la OTAN nos hará más fuertes y más seguros y a la OTAN más fuerte”, dijo Biden. “En mi opinión, estamos enviando un mensaje inequívoco… de que la OTAN es fuerte, está unida, y los pasos que estamos dando durante esta cumbre aumentarán aún más nuestra fuerza colectiva”.

Biden dijo que la adhesión de los dos países nórdicos era una señal de que los objetivos de Putin habían fracasado.

“Putin buscaba la finlandización de Europa”, dijo, refiriéndose a la llamada dinámica de finlandización por la que Rusia dominó la política exterior de su vecino más pequeño durante décadas. “Va a conseguir la OTANización de Europa, y eso es exactamente lo que no quería, es exactamente lo que hay que hacer para garantizar la seguridad de Europa. Y creo que es necesario”, dijo Biden.

La medida fue recibida con alegría en todos los países que componen el frente oriental de la OTAN, muchos de los cuales han expresado su preocupación por poder ser los siguientes en el punto de mira de Rusia si tiene éxito en Ucrania.

El primer ministro de Estonia, Kaja Kallas, dijo que el paso era “significativo”, y el presidente de Lituania, Gitanas Nausėda, lo describió como una “noticia maravillosa”.

¿Qué implica pertenecer a la OTAN?

La razón por la que la mayoría de los países se unen a la OTAN es el Artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte, que estipula que todos los firmantes consideran que un ataque a un miembro es un ataque contra todos.

El Artículo 5 ha sido una piedra angular de la alianza desde su fundación en 1949 como contrapeso a la Unión Soviética.

El objetivo del tratado, y del artículo 5 en concreto, era disuadir a los soviéticos de atacar a las democracias liberales que carecían de fuerza militar. El artículo 5 garantiza que los recursos de toda la alianza, incluyendo al enorme Ejército estadounidense, pueden utilizarse para proteger a cualquier nación miembro, como los países más pequeños que estarían indefensos sin sus aliados. Islandia, por ejemplo, no cuenta con un ejército permanente.

El exdirigente sueco Carl Bildt declaró a CNN que no preveía la construcción de nuevas grandes bases militares en ninguno de los dos países si se unían. Dijo que unirse a la alianza probablemente significaría más entrenamiento y planificación militar conjunta entre Finlandia, Suecia y los 30 miembros actuales. Las fuerzas suecas y finlandesas también podrían participar en otras operaciones de la OTAN en todo el mundo, como las de los países bálticos, donde varias bases tienen tropas multinacionales.

“Va a haber preparativos para contingencias como parte de la disuasión de cualquier aventura que los rusos puedan estar pensando”, dijo Bildt. “El cambio real va a ser bastante limitado”.

¿Por qué Finlandia y Suecia no formaban parte ya de la OTAN?

Mientras que otros países nórdicos como Noruega, Dinamarca e Islandia fueron miembros originales de la alianza, Suecia y Finlandia no se unieron al pacto por razones históricas y geopolíticas.

Tanto Finlandia, que se declaró independiente de Rusia en 1917 tras la revolución bolchevique, como Suecia adoptaron posturas neutrales en política exterior durante la Guerra Fría, negándose a alinearse con la Unión Soviética o con Estados Unidos.

La política de neutralidad de Suecia se remonta a principios del siglo XIX, cuando el país se mantuvo firmemente al margen de los conflictos europeos. Su rey Gustavo XIV adoptó formalmente ese estatus de neutralidad en 1834, según la OTAN, y Suecia declaró una política de “no beligerancia” durante la Segunda Guerra Mundial, permitiendo el paso de las tropas nazis por su territorio hasta Finlandia, al tiempo que aceptaba refugiados judíos. Suecia optó por mantener su estatus de neutralidad una vez finalizada la guerra.

La neutralidad de Finlandia ha resultado históricamente más difícil, ya que compartía una larga frontera con una superpotencia autoritaria.

Un tratado finosoviético conocido como Acuerdo de Amistad, firmado en 1948 y prorrogado en ocasiones a lo largo de las décadas, prohibía a Finlandia unirse a cualquier alianza militar considerada hostil a la URSS, o permitir un ataque occidental a través del territorio finlandés.

Para mantener la paz, los finlandeses adoptaron un acuerdo a veces llamado finlandización, en el que los líderes accedían a las demandas soviéticas de vez en cuando. El término se acuñó durante la Guerra Fría y se ha aplicado a otros países en los que una superpotencia ejerce el control sobre estados vecinos más pequeños.

El malabareo de ambos países terminó efectivamente con el colapso de la Unión Soviética. Suecia y Finlandia entraron juntas en la Unión Europea en 1995 y fueron alineando gradualmente sus políticas de defensa con Occidente, aunque evitando entrar directamente en la OTAN.

Infantería finlandesa sobre esquís luchando contra los soviéticos durante la Segunda Guerra Mundial. Tras la guerra, Finlandia adoptó una postura neutral que se mantuvo durante décadas.

Cómo la invasión rusa lo cambió todo

Suecia y Finlandia se han acercado a Occidente en materia de seguridad desde que entraron en la Unión Europea poco después del final de la Guerra Fría. Pero la invasión rusa de Ucrania aceleró drásticamente ese proceso, empujándolos a apretar el gatillo de la adhesión a la OTAN.

Si el Kremlin estaba dispuesto a invadir Ucrania, un país con 44 millones de habitantes, un PIB de unos US$ 516 millones y unas fuerzas armadas de 200.000 efectivos, ¿qué le impediría a Putin invadir países más pequeños como Finlandia o Suecia?

“Todo cambió cuando Rusia invadió Ucrania”, dijo en abril la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin. “La mentalidad de la gente en Finlandia, también en Suecia, cambió y dio un giro de forma muy dramática”.

Desde la invasión de Ucrania en febrero, el apoyo de la población finlandesa a la adhesión a la OTAN ha saltado de alrededor del 30% a casi el 80% en algunas encuestas. La mayoría de los suecos también aprueban la adhesión de su país a la alianza, según los sondeos de opinión realizados en ese país.

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¿Cuál fue la reacción de Rusia?

Rusia arremetió contra la decisión tomada en mayo por Finlandia y Suecia de intentar unirse a la alianza. Su viceministro de Relaciones Exteriores, Sergei Ryabkov, dijo entonces que la decisión sería un “error” con “consecuencias de gran alcance”, según la agencia de noticias estatal rusa TASS.

Esto siguió a amenazas similares de altos funcionarios de Moscú. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo tras el anuncio que “la expansión de la OTAN no hace que el mundo sea más estable y seguro”. Añadió que la reacción de Rusia dependerá de “lo lejos y lo cerca de nuestras fronteras que se desplace la infraestructura militar”.

Rusia comparte actualmente unas 1.215 kilómetros de frontera terrestre con cinco miembros de la OTAN, según la alianza. La adhesión de Finlandia significaría que una nación con la que Rusia comparte una frontera de 1.335 kilómetros pasaría a estar formalmente alineada militarmente con Estados Unidos.

La incorporación de Finlandia y Suecia también beneficiaría a la alianza, lo que frustraría a Rusia. Ambas son potencias militares serias, a pesar de su pequeña población.

Pero Putin ha sido hasta ahora más moderado en su retórica que algunos de sus funcionarios. El mes pasado dijo que “Rusia no tiene problemas con estos Estados”, y añadió que la expansión de la OTAN “no supone una amenaza directa para Rusia”.

“Pero la expansión de la infraestructura militar en este territorio ciertamente provocará nuestra respuesta”, añadió en la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva en Moscú. “Veremos cuál será en función de las amenazas que se nos crearán”.

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¿Por qué se opone tanto Rusia a la OTAN?

Putin ve la alianza como una defensa contra Rusia, a pesar de que pasó gran parte de la era postsoviética centrándose en cuestiones como el terrorismo y el mantenimiento de la paz.

Antes de que Putin invadiera Ucrania, dejó clara su creencia de que la OTAN se había acercado demasiado a Rusia y que debía retroceder a sus fronteras de la década de 1990, antes de que algunos países vecinos de Rusia o antiguos miembros de la Unión Soviética se unieran a la alianza militar.

El deseo de Ucrania de entrar en la OTAN y su estatus de socio de la OTAN, considerado como un paso en el camino hacia una eventual adhesión plena, fue uno de los numerosos agravios que Putin citó en un intento de justificar la invasión.

Irónicamente, su invasión ha dado un nuevo propósito a la alianza, y ha aumentado su fuerza.

— Luke McGee, Nic Robertson, Paul LeBlanc, Per Bergfors Nyberg y Niamh Kennedy de CNN contribuyeron con este reportaje. Con información de Reuters.

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