Se espera que Mike Waltz, asesor de Seguridad Nacional de Trump, abandone el Gobierno, dicen fuentes
Por Kaitlan Collins, Kevin Liptak, Kristen Holmes, Alayna Treene y Zachary Cohen, CNN
Se espera que el asesor de seguridad nacional Mike Waltz abandone el Gobierno de Trump en los próximos días, dijeron a CNN dos fuentes familiarizadas con el asunto. Esta sería la primera reestructuración importante del personal desde que el presidente asumió el cargo en enero.
El puesto de Waltz ha estado en el limbo tras conocerse a principios de esta semana que su periodo al frente del Consejo de Seguridad Nacional había llegado a su fin, según una fuente familiarizada con el asunto. Se espera que Alex Wong, asesor adjunto de seguridad nacional, y otros asesores de seguridad nacional también dejen su puesto, según diversas fuentes familiarizadas con las conversaciones, aunque se desconoce cuándo sería.
El enviado especial Steve Witkoff, promotor inmobiliario y amigo del presidente Donald Trump, está siendo considerado para reemplazar a Waltz como asesor de seguridad nacional, según informó dicha fuente, aunque aún no se ha tomado una decisión. Witkoff ha liderado las conversaciones con Rusia e Irán mientras Trump busca acuerdos internacionales.
Waltz se encontraba en una situación inestable (había perdido la mayor parte de su influencia en el Ala Oeste) después de haber agregado inadvertidamente a un periodista a un chat grupal de una aplicación de mensajería sobre ataques militares altamente sensibles.
Trump había considerado despedirlo después del incidente, pero se negó a hacerlo porque no quería brindarles a sus enemigos una victoria percibida y esperaba evitar el tipo de caos que tiñó su primera administración.
Pero aunque Trump lo apoyó en aquel momento, la posición de Waltz no se recuperó del todo, según cuatro fuentes, y perdió influencia con los principales asesores del Ala Oeste. La jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susie Wiles, ha sido en privado una de las funcionarias menos impresionadas con Waltz, incluso antes del fiasco de Signal.
Tras 100 días de su segundo mandato, Trump ya no parece tan preocupado por la posibilidad de que se produzcan disturbios. Numerosas personas familiarizadas con el asunto han descrito cada vez más la posible destitución de Waltz como una cuestión de “cuándo, no de si sucederá”.
Su influencia interna había ido disminuyendo durante semanas, como lo ilustra mejor la decisión de Trump de despedir a varios miembros del personal del Consejo de Seguridad Nacional a instancias de la activista de extrema derecha Laura Loomer, quien le dijo que eran desleales.
Waltz abordó el Marine One con Trump este martes, pero cuando sus colegas subieron al Air Force One unos 10 minutos después, permaneció en la pista de aterrizaje de la Base Conjunta Andrews. Un funcionario de la Casa Blanca afirmó que nunca estuvo previsto que viajara con el presidente a Michigan, pero otros asesores de la administración consideraron la medida extraña.
Tras bambalinas, algunos funcionarios del Gobierno habían comenzado a discutir discretamente una salida para Waltz en los últimos días. Trump ha expresado su frustración con él en múltiples frentes, incluyendo el episodio de Signal. También le irritó que la contienda por el Congreso de Florida para reemplazar a Waltz estuviera más reñida de lo esperado, según informaron a CNN dos fuentes familiarizadas con las conversaciones.
Las discusiones en torno a Waltz se han centrado tanto en encontrar un lugar para trasladarlo para un aterrizaje suave, como en tener a alguien listo para ocupar esa posición, dijeron esas fuentes.
Sin embargo, este jueves un funcionario del Gobierno sugirió que la búsqueda de un lugar de aterrizaje suave ya no era una prioridad.
“El presidente Trump perdió la confianza en él hace un tiempo”, dijo esta fuente.
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