Un indicador económico desgarrador: cada vez más personas se desprenden de sus mascotas
Por Alicia Wallace, CNN
En casi 19 años trabajando en un refugio de animales en Carolina del Norte, Melissa Knicely ha aprendido a identificar una señal no oficial pero desgarradora de que la economía podría estar empeorando: cuando aumenta la cantidad de personas que buscan renunciar a sus mascotas.
Eso ocurrió a finales de los años 2.000, cuando se propagó el impacto de la crisis financiera; en otras ocasiones cuando hubo oleadas de despidos en la región; y, más recientemente, cuando la inflación se disparó.
Y en los últimos meses, esa situación —conocida como “entregas voluntarias” o “renuncias de dueños”— ha ido en aumento en Charlotte-Mecklenburg Animal Care & Control en Carolina del Norte, donde Knicely es portavoz del departamento.
Hasta ahora este año, las entregas de mascotas por parte de sus dueños han aumentado casi un 43 % en comparación con el mismo período del año pasado, dijo.
“Hay momentos en que la economía se debilita o hay muchos despidos, y en el 100 % de los casos vas a ver eso reflejado en un aumento significativo (de entregas de mascotas”), comentó. “Definitivamente vemos un incremento cada vez que hay algún cambio en la economía”.
Esta tendencia no es exclusiva de la región de Charlotte-Mecklenburg.
En los últimos meses, refugios y organizaciones de rescate en todo Estados Unidos han reportado un fuerte aumento en la cantidad de animales entregados por sus dueños. Varias de estas organizaciones le dijeron a CNN que el motivo principal de estas decisiones es la dificultad económica.
Cada aspecto del cuidado de una mascota —visitas al veterinario, alimento, camas, premios y juguetes— se ha encarecido en los últimos años, y algunos productos sensibles a los aranceles se espera que aumenten aún más en los próximos meses. A estos gastos crecientes se suman la pérdida de estabilidad financiera, deudas, problemas médicos inesperados (de humanos o animales), o pérdida de empleo.
“En la mayoría de los casos, la razón es financiera”, dijo Megan Larson, encargada de admisiones en Ruff Start Rescue, una organización basada en hogares de acogida en Princeton, Minnesota.
Un motivo muy común, explicó, es que las personas ya no pueden costear el lugar donde viven.
“Nos parte el alma ver a la gente llorar porque tiene que renunciar a su animal al mudarse a un lugar más accesible, y ese nuevo lugar no acepta mascotas”, dijo. “Es una decisión devastadora que estas personas se ven obligadas a tomar. No quieren hacerlo”.
Hasta el 24 de julio, Ruff Start ha recibido 1.496 solicitudes de entrega voluntaria de mascotas, llegando hasta 22 solicitudes en un solo día, según datos proporcionados por Larson, quien señaló que muchas de esas solicitudes son por varios animales.
Durante el mismo período el año pasado, hubo 1.292 solicitudes.
Y aunque Ruff Start cuenta con una red relativamente amplia de hogares de acogida (entre 600 y 700 activos en Minnesota), la organización no tiene capacidad para todos los animales que lo necesitan.
“Al hablar con otros refugios locales, todos estamos un poco en pánico, porque lo que estamos viendo es una falta de hogares de acogida para perros grandes”, dijo Larson, y señaló que los perros grandes comen más, sus cuidados veterinarios son más caros y con frecuencia están restringidos en propiedades por su raza o tamaño. “Por eso vemos a muchas personas que tienen que entregar a sus perros grandes”.
“Necesitamos más hogares de acogida para ellos. Así podríamos recibir a algunos de estos increíbles perros”.
A principios de este mes, los Animal Care Centers de Nueva York llegaron a un “punto de quiebre” y suspendieron las admisiones debido a “problemas críticos de capacidad”.
“No tomamos esta decisión a la ligera, pero no podemos aceptar más entregas voluntarias de dueños”, anunció el refugio el 18 de julio. “Con más de 1.000 mascotas bajo nuestro cuidado, hemos llegado al límite”.
En Chicago, la oficina municipal de control y cuidado animal publicó un mensaje en Instagram en mayo para alertar a la comunidad:
“En solo los primeros 20 días de mayo, hemos recibido un promedio de 56 animales por día, un aumento respecto a los 54 por día en abril. Puede que no suene mucho, pero a este ritmo, cada incremento lleva nuestros recursos limitados al borde. 💔 Muchas de estas mascotas llegan como callejeros. Pero muchas otras están siendo entregadas por sus propios dueños… personas que probablemente aman a sus animales, pero no saben qué más hacer”, decía la publicación.
Refugios de animales en todo Estados Unidos están alcanzando su capacidad máxima, lo que refleja una “tormenta perfecta” que se ha venido gestando en los últimos años, explicó Cesar Perea, vicepresidente asociado de rescate en la American Humane Society.
Como parte del conjunto de factores que incluyen el aumento del costo de vida y las limitaciones económicas, una escasez continua de veterinarios ha hecho que los costos de atención se disparen, dijo.
Además, tras el auge de adopciones durante la pandemia, las propiedades en alquiler se volvieron más estrictas con respecto a permitir mascotas, y hubo un aumento notable de problemas de comportamiento en los llamados “cachorros de pandemia” que fueron criados en aislamiento.
“Las dificultades económicas son un gran factor en el aumento de refugios llenos”, dijo Perea a CNN. “Pero realmente creo que estamos frente a una tormenta perfecta de circunstancias”.
Y en el condado Los Ángeles, California, hay un nuevo desafío: desde principios de junio, más de dos docenas de animales han sido entregados porque sus dueños fueron deportados, según Christopher Valles, gerente de control animal en el Departamento de Cuidado y Control Animal del Condado de Los Ángeles (DACC, por sus siglas en inglés).
“Tratamos de ofrecer recursos a cualquier persona en esa difícil situación”, dijo Valles.
El DACC alienta a cualquier dueño de mascota, incluidos los que puedan estar enfrentando problemas migratorios, a contactar a la agencia para recibir ayuda.
“Podemos ofrecer alimentos, atención médica y apoyo… con el fin de que la mascota se mantenga en el hogar”, señaló.
- Los refugios locales, organizaciones de rescate y veterinarios pueden ser los primeros puntos de contacto y podrían ofrecer recursos como comida, atención médica gratuita o a bajo costo, suministros, servicios de entrenamiento y hogares temporales.
- También las agencias de control animal pueden ser útiles. “Lamentablemente, mucha gente aún piensa en ellos como ‘los que atrapan perros’ y asumen que todo animal ahí será sacrificado”, dijo Megan Larson, de Ruff Start Rescue. “Pero cada equipo de control animal con el que trabajamos quiere que sus animales terminen en hogares de acogida como los nuestros, y eventualmente en familias permanentes”.
- Si estás en una situación difícil, trata de contactar a alguna organización antes de que se convierta en una emergencia. No hay vergüenza en pedir ayuda.
- Nunca abandones a tu mascota. Además de contactar refugios locales (incluyendo los que no sacrifican y aquellos especializados por raza), considera hablar con amigos, familiares o personas de confianza que puedan ofrecer un hogar amoroso, pero asegúrate de hacerlo con precaución.
- Si deseas ayudar, considera convertirte en hogar temporal, donar tiempo como voluntario en un refugio local o hacer aportes económicos a organizaciones acreditadas y con licencia.
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