EE.UU. condena el asesinato del alcalde de Uruapan, que desató una ola de protestas en Michoacán
Por Rocío Muñoz-Ledo, CNN en Español
La Casa Blanca condenó este martes “toda forma de violencia política” tras el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, un hecho que ha desatado protestas e indignación en Michoacán, uno de los estados más golpeados por la inseguridad en México.
Karoline Leavitt, secretaria de Prensa de la Casa Blanca, dijo en conferencia de prensa que el Gobierno del presidente Donald Trump “está al tanto de lo ocurrido y condena toda violencia política en cualquiera de sus formas”.
Consultada sobre si el presidente estadounidense está satisfecho con la respuesta de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, Leavitt aseguró que “Trump tiene mucho respeto por ella como presidenta de México y aprecia la coordinación que ha brindado” en temas de seguridad.
Leavitt añadió que “Estados Unidos continúa presionando a México para que haga más en el combate al narcotráfico y los cárteles dentro de su país”, aunque aclaró que “trabajan con el gobierno de México de todas las maneras posibles”.
Sheinbaum reiteró este lunes que su gobierno no permitirá una intervención extranjera en la lucha contra el crimen organizado y que México no repetirá una guerra contra el narcotráfico como la que, dijo, llevaron a cabo gobiernos anteriores.
El asesinato de Manzo, ocurrido el sábado durante un evento público por el Día de Muertos en Uruapan, ha encendido las alarmas en Michoacán. El alcalde, quien había denunciado la presencia de grupos criminales en la región, fue atacado a balazos pese a contar con protección de la Guardia Nacional.
El crimen provocó una ola de protestas. En Morelia, manifestantes salieron a las calles bajo el lema “Ya basta de abusos y omisiones”, mientras que en Apatzingán —una de las zonas más afectadas por el crimen organizado— manifestantes incendiaron el palacio municipal.
Sheinbaum anunció el lunes el “Plan Michoacán por la Paz y la Justicia”, que contempla el refuerzo de fuerzas federales, la creación de una fiscalía especializada en delitos de alto impacto y el impulso económico en la región con salarios dignos para jornaleros e inversión en infraestructura. “Nuestro compromiso es llegar a la verdad y hacer justicia en el caso del cobarde homicidio de Carlos Manzo”, dijo la presidenta.
El asesinato del alcalde de Uruapan ha puesto el foco en la crisis de seguridad que se vive en Michoacán, que se suma al de Bernardo Bravo Manríquez, presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán, quien fue encontrado muerto en octubre tras alertar del riesgo que corría por denunciar las extorsiones del crimen organizado.
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Con información de Mauricio Torres
