Defienden su territorio y enfrentan a los grupos armados con bastones de mando: así es la Guardia Indígena de Colombia
(CNN Español) — En el departamento del Cauca, la arremetida de violencia contra los indígenas tiene bajo amenaza a los pueblos indígenas, y en los últimos días la Organización Nacional Indígena de Colombia, ONIC, ha alertado sobre amenazas a la Guardia Indígena, una organización indígena civil cuya función es la protección y la defensa del territorio.
“Nos están agrediendo directamente a nosotros”, le dijo a CNN en Español Alfredo Acosta, coordinador nacional de la Guardia Indígena en Colombia sobre las amenazas que han sufrido en los últimos días por cuenta de grupos armados ilegales que hacen presencia en el departamento de Cauca, en el suroccidente del país.
“Es más difícil, más complicado, porque es un ataque directo a la Guardia Indígena como si fuéramos nosotros un grupo regular, un grupo armado. No. Nosotros simplemente nos armamos con un bastón de mando y hacemos una labor constitucional de control en el territorio”, agrega.
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(Crédito: LUIS ROBAYO/AFP via Getty Images)
Una fuerza civil sin armas
Vestidos con uniformes verde y rojo y con un bastón de mando en sus manos, la Guardia Indígena hace parte del ejercicio de jurisdicción de las comunidades indígenas creado para atender las situaciones de riesgo y de orden interno dentro de estas comunidades. Los pueblos indígenas pueden “ejercer funciones jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial, de conformidad con sus propias normas y procedimientos”, siempre y cuando no contraríe la constitución y las leyes de colombianas.
En todo el país hay alrededor de 50.000 guardias que ejercen el control en más de 1.200 resguardos indígenas a nivel nacional, dice Acosta. Solo en el Cauca hay unos 12.000, de los cuales 7.000 están en el norte del departamento, donde se han presentado en los últimos días hechos de violencia contra los indígenas.
“Así como en Bogotá ejerce control la Policía, en los territorios indígenas, de acuerdo a la Constitución… las autoridades (indígenas) tienen el derecho a ejercer su control territorial en sus territorios de acuerdo a sus costumbres y sus prácticas”, le dijo Acosta a CNN en Español.
Pero los guardias indígenas son una fuerza civil voluntaria y no usan armas de fuego pues entre la armonía y los principios ancestrales de los pueblos indígenas no se contempla empuñar armas.
“Nuestra arma es la unidad, es el pensamiento, la palabra. Las armas han hecho mucho daño y nuestra política de defensa y de protección ha sido más en el sentido de la protección”, dice Acosta. “Las armas destruyen, las armas llaman malas energías y entre la armonía y los principios ancestrales de nuestros pueblos pues no está esa alternativa”.
Por eso enfrentar a los grupos armados que operan en la región resulta una labor de vida o muerte.
“Nosotros no contamos con camionetas, ni con motos, nada”, dice Acosta sobre los recursos que tienen a su alcance para hacer los operativos de seguridad en sus territorios.
“Todo lo hemos conseguido vendiendo tamales y haciendo bingos. Con eso hemos conseguido lo que tenemos. No contamos con combustible, ni vehículos, ni nada. Entonces a nosotros nos toca a pie”, agrega.
Acosta ha hecho un llamado al gobierno nacional para que otorgue presupuesto para fortalecer la capacidad operativa y logística y de recursos para la Guardia Indígena.
En abril de este año, tras un paro indígena nacional de más de 20.000 indígenas que terminó en cierre de vías y disturbios, el gobierno les prometió más de 258 millones de dólares, destinados entre otros a inversión para derechos humanos, paz, territorio, ambiente, salud, educación, niñez, guardia indígena. La cifra representó el 17,5% de los más de 1.400 millones de dólares que exigían los indígenas.
Pero según Acosta, “hasta ahora no se ha hecho nada para fortalecer la capacidad operativa y logística y de recursos para la Guardia Indígena”.
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Las funciones de la Guardia
La guardia responde a las autoridades indígenas legalmente reconocidas que nombran a los guardianes por un periodo de dos años. Su accionar se basa en los principios de la defensa del territorio, el respeto por la tierra, los valores de la igualdad, el acompañamiento y la solidaridad.
“La Guardia Indígena cumple un papel constitucional, territorial, porque acá no hay policías para el orden público, ni para el levantamiento de cadáveres; no hay inspecciones, no hay Cruz Roja, no hay Defensa Civil, todo eso lo hace la Guardia Indígena”, agregó Acosta. Según él la fuerza pública no hace presencia directa en las comunidades, usualmente ubicadas en territorios lejanos del país, sino solo en los casos urbanos.
Los territorios indígenas tienen instituciones a través de las cuales ejercen justicia y autoridad, más allá de las instituciones tradicionales del Estado.
Por ejemplo, cuentan con la justicia indígena que en 2014 condenó a 60 años de cárcel un guerrillero de las FARC señalado de asesinar a dos indígenas del Cauca. También condenó a otros tres guerrilleros a 40 años de prisión por estos hechos y a dos menores de edad a 20 latigazos, reportó la prensa local.
Además de la seguridad, los guardias indígenas son también encargados de preservar los elementos culturales de sus comunidades “como la lengua y la estructura organizativa, uno de los legados más grandes de las autoridades a las nuevas generaciones, y uno de los aprendizajes más valiosos que los pueblos indígenas le dan al resto de Colombia”, dice el Centro Nacional de Memoria Histórica.
Sin embargo, a los indígenas se les ha acusado de estar infiltrados por la guerrilla u otros grupos armados, algo que ellos han rechazado llamándolas “acusaciones falsas”.
En abril de este año, en medio de la minga indígena, los indígenas dijeron no tener “ningún conocimiento del accionar de grupos armados al margen de la ley” en sus movilizaciones y dijeron que la actual proliferación de las disidencias de las Farc y otros grupos armados, se debe al incumplimiento de los acuerdos de paz.
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Aumentan las amenazas
Integrantes de la guardia nacional indígena asisten a una reunión en el municipio de Toribío, Cauca, el 11 de octubre de 2019. (Crédito: LUIS ROBAYO/AFP via Getty Images)
En las últimas semanas al menos nueve indígenas de ese departamento fueron asesinados y este fin de semana la ONIC reportó un atentado en el municipio de Toribío contra el coordinador de la Guardia Indígena de Tacueyó, Arbey Noscué, que salió ileso, y pocas horas después un nuevo atentado, esta vez en Corinto, contra la Guardia indígena.
La respuesta del presidente Iván Duque a esta espiral de violencia fue ordenar la semana pasada el envío 2.500 militares y el traslado a la región del ministro de Defensa Guillermo Botero y del comandante de las Fuerzas Militares.
Pero esta medida no es algo que convenza a los indígenas, pues dicen, esto solo agudizaría la violencia en la región.
“La militarización a los territorios indígenas lo que hace es agudizar más porque la presencia militar en la historia del Cauca ha generado más muertos”, dijo Acosta.
“[El Ejército] pone en riesgo a la gente porque los actores del conflicto están diciendo que nosotros nos coordinamos con el ejército y pues el ejército está un tiempo, se retira y cuando se van nos pone en más alta amenaza”, agregó Acosta.
Como el Cauca, ubicado en el suroccidente de Colombia, es uno de los mayores productores de hoja de coca de Colombia, allí convergen grupos armados ilegales que llegaron tras la salida de las Farc tras la firma del acuerdo de paz con en 2016, que históricamente habían controlado el territorio.
Y por proteger los territorios, los guardias se han visto amenazados.
“Son los grupos disidentes, al servicio del narcotráfico, al servicio de la mafia, que no les gusta que nosotros hagamos este control social cívico en los territorios. Porque nosotros estamos facultados para eso y eso les dificulta el paso de las mercancías”, dice Acosta, sobre el narcotráfico.
“Este control les estorba y es por eso que nos han atacado directamente a la Guardia Indígena”, agrega.
A pesar de la desconfianza de los indígenas hacia las fuerzas militares, la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, instó el jueves pasado para que la Guardia Indígena trabajara de la mano de la Fuerza Pública y atender la situación de violencia.
Este miércoles se realizará un encuentro entre el gobierno nacional y las autoridades territoriales e indígenas “para encontrar puntos de acuerdo, a efectos de reforzar todos los temas de protección”.