Denuncias de “injerencia” y expulsiones de personal diplomático: lo que sabemos de la tensión entre Bolivia, México y España
(CNN España) — No ha sido un fin de año tranquilo en la diplomacia de Bolivia.
Mes y medio después de la renuncia del presidente Evo Morales a su cargo, la crisis política que comenzó en Bolivia se trasladó a México y terminó involucrando a España, en una serie de acusaciones cruzadas entre los tres gobiernos, declaraciones de persona non grata y órdenes de expulsión de varios diplomáticos. Un fin de año convulsionado para la política exterior de algunos países.
Pero, ¿cómo llegamos aquí?
El inicio de la crisis
El 15 de noviembre de 2019, nueve personas solicitaron asilo en la Embajada de México en La Paz, entre ellas Juan Ramón Quintana, quien fue el ministro de la Presidencia del gobierno de Evo Morales, acusado por las nuevas autoridades de Bolivia de sedición y terrorismo.
El Gobierno de México dijo que Bolivia le comunicó once días después que había girado órdenes de captura contra cuatro de esas nueve personas.
Bolivia despliega fuerzas de seguridad en la Embajada de México
El 24 de diciembre, México denunció que equipos de seguridad e inteligencia de Bolivia rodearon e “intimidaron” la embajada de México y a su personal en La Paz. El secretario de Exteriores de México, Marcelo Ebrard, dijo que presentaría un recurso ante la Corte Internacional de Justicia contra el Gobierno de Bolivia por su “violación a obligaciones diplomáticas”.
El ministro de la Presidencia de Bolivia, Yerko Núñez, dijo que el recurso que México dijo que presentaría la Corte Internacional de Justicia “no corresponde”.
Por su parte, el secretario privado presidencial, dijo que había recibido “información creíble” —sin presentar pruebas— sobre organizaciones sociales que marcharían a la embajada de México para “exigir la expulsión del exministro de la presidencia, Juan Ramón Quintana”, asilado en la embajada mexicana en La Paz.
‘Operativo fuera de toda proporción’
La situación se tensó aún más cuando el 26 de diciembre la canciller del gobierno interino de Bolivia, Karen Longaric, afirmó que México solicitó reforzar la seguridad en su embajada y residencia en La Paz, razón por la que se incrementó la presencia policial en la zona.
Si bien Ebrard reconoció haber solicitado a Bolivia “apoyo para garantizar seguridad en el recinto”, ese mismo jueves dijo que “lejos de brindar seguridad” el operativo que incluyó la grabación de los inmuebles, representó “una amenaza y una violación a la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas”. Para México ese operativo estuvo “fuera de toda proporción”.
La canciller Longaric dijo a periodistas que Ebrard “debería retractarse porque ninguna fuerza policial ha ingresado a los recintos diplomáticos de México ni ha violado la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas”.
España entra en escena
El 27 de diciembre, una delegación diplomática, encabezada por la embajadora de México en Bolivia, María Teresa Mercado, y la encargada de negocios de la Embajada de España en Bolivia, Cristina Borreguero, ingresó a la residencia de la embajadora de México en La Paz.
De acuerdo con la canciller Karen Longaric, hombres encapuchados acompañaron a la delegación española y, según relatos de los vecinos de la zona, entraron armados a la residencia diplomática de México, y estos estaban armados, lo que violaría la Convención de Viena.
México confirmó en un comunicado ese día que Borreguero, junto al cónsul de España en Bolivia, Alvaro Fernández, visitaron la residencia de México, según se habría acordado el día anterior, en una visita que duro 40 minutos.
Los diplomáticos españoles aseguraron que sus autos habían sido detenidos y que no los dejaron ingresar a la sede diplomática. Al final, Bolivia ofreció enviar un vehículo a la residencia para recogerlos, algo que ellos aceptaron. España no se pronunció sobre los supuestos encapuchados que denunció Longaric, aunque sí dijo que abriría una investigación sobre esos hechos.
Bolivia solicita expulsión de diplomáticos; México y España responden
El 30 de diciembre, la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, dio un ultimátum a los diplomáticos mexicanos y españoles, declarando persona non grata a la embajadora de México en Bolivia, María Teresa Mercado; a la encargada de negocios de España en Bolivia, Cristina Borreguero, y al cónsul de España en Bolivia, Álvaro Fernández, y solicitó que abandonaran el país en 72 horas. Según Bolivia los diplomáticos de México y España lesionaron “gravemente” la soberanía boliviana “con actividades que violan la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas”, reportó la agencia estatal de noticias de Bolivia, ABI.
El canciller Marcelo Ebrard dijo que Mercado tuvo una “valiosa actuación” como embajadora en La Paz, mientras que la Secretaría de Exteriores dijo en un comunicado que instruyó a Mercado a regresar a México. La consejera Ana Luisa Vallejo quedará frente de la embajada de México en la Paz, dijo Ebrard.
Reconozco la valiosa actuación de la Embajadora María Teresa Mercado en Bolivia,quien a cumplido cabalmente representando a México y su causa en favor del asilo y la paz. Será siempre timbre de orgullo su entereza y apego a la mejor tradición de política exterior de nuestro país
— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) December 30, 2019
En reciprocidad, el Gobierno español declaró persona non grata a tres miembros del personal diplomático y consular de Bolivia en España y les dio un plazo de 72 horas para salir del país.
España rechazó “tajantemente cualquier insinuación sobre una supuesta voluntad de injerencia en los asuntos políticos internos de Bolivia” y agregó que las aseveraciones del gobierno boliviano son una “calumnia” para “dañar nuestras relaciones bilaterales con falsas teorías conspiratorias”.
— Con información de Ana Melgar y Michael Roa de CNN en Español desde Atlanta.