Las grabaciones de Trump ayudan a incriminar al presidente en su propio juicio
Washington (CNN) — ¿No puedes conseguir un nuevo testigo? Llama a Donald J. Trump.
Los republicanos podrían estar bloqueando nuevos testimonios en el juicio en el Senado, pero los fiscales demócratas siguen volviendo a la persona que defiende su caso mejor que nadie: el propio presidente.
Trump, por supuesto, no está literalmente en el edificio del Senado, aunque el miércoles dijo que le encantaría estar en la primera fila para mirar de frente a sus “corruptos” acusadores.
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Pero para los demócratas, no hay mejor evidencia con la que pintar una imagen de lo que dicen es un líder obstructivo y egoísta con una visión de rey sobre sus propios poderes, que el historial de momentos ya compilado por el presidente más obsesionado con la televisión en la historia.
“Tengo, en el Artículo II, donde tengo el derecho de hacer lo que quiera como presidente”, dice Trump en un video mostrado el martes por el fiscal principal de juicio político, el representante Adam Schiff, demócrata de California.
Las grabaciones de Trump no solo rompen con horas de densos argumentos legales. También colocan al presidente en el centro de la acción, retratándolo como el líder del plan para presionar a Ucrania a cambio de favores políticos, y no como un actor externo.
También confrontan a los senadores republicanos, que sirven como jurados, con la evidencia directa de lo que los demócratas dicen que es un comportamiento extravagante y enjuiciable, de una manera que podría no hacerlos cambiar de opinión, pero que es profundamente incómoda.
Para defender el llamado de nuevos testigos, lo que ha sido frustrado por los senadores republicanos en múltiples votaciones, Schiff recurrió a un video de Trump del 3 de diciembre.
“Cuando sea justo, y será justo en el Senado, me encantaría que Mike Pompeo, me encantaría que Mick (Mulvaney), me encantaría que Rick Perry y muchas otras personas testifiquen”, dijo el presidente en ese momento, tomando una posición opuesta a los argumentos actuales de su equipo legal y de los líderes republicanos del Senado.
El miércoles, los demócratas querían establecer un patrón de comportamiento por parte de Trump al solicitar la interferencia extranjera en las elecciones estadounidenses, como se alega que hizo en un quid pro quo en Ucrania, ya que buscan demostrar una intención corrupta.
Así que Schiff mostró el famoso video de las elecciones de 2016 cuando Trump llamó a Rusia, “si estás escuchando”, a encontrar 30.000 correos electrónicos “perdidos” de Hillary Clinton. El llamado del año pasado por parte del presidente a China para “iniciar una investigación sobre los Biden” también surgió, al igual que el comentario de Trump a George Stephanopoulos en ABC News de que si una potencia extranjera tuviera información negativa rumbo a las elecciones: “Creo que me gustaría escucharla”.
Cuando el último video resonó en la cámara, la fiscal de juicio político Sylvia García, demócrata de Texas, calificó la grabación de “impactante” para subrayar el punto.
Cada vez que los tonos inconfundibles de Trump comenzaban a reverberar a través del edificio, las cabezas de los senadores giraban bruscamente hacia las pantallas que mostraban los videos. Los abogados del presidente argumentan que no hizo nada malo en Ucrania, que actuó en el marco de sus poderes y que la versión demócrata de que abusó de su poder es “ridículo” e inconstitucional.
Trump contradice su propio argumento
La ráfaga de videos puso de relieve cómo la verborrea de Trump a menudo incluye comentarios que perjudican sus propios intereses, vuelven a perseguirlo o incluso parecen revelar abiertamente un comportamiento ilegal. Después de todo, este es el presidente que despidió al director del FBI James Comey en 2017 y luego fue a NBC News y dijo que su medida tomada por sorpresa había sido motivada por la investigación de Rusia.
Los videos de los comentarios de Trump también ayudan a arrojar luz sobre cómo se las arregla para salir indemne tan a menudo después de comportarse de una manera que podría haber derribado a sus predecesores: lo hace todo en público.
Si los comentarios de Trump sobre la información negativa para las elecciones surgieran en una cinta secreta, al estilo de Richard Nixon, parecerían mucho más perjudiciales. Como lo dijo el fiscal de juicio político de la Cámara de Representantes, el representante Hakeem Jeffries, demócrata de Nueva York, el miércoles al lidiar con una transcripción aproximada que muestra al presidente presionando a su homólogo ucraniano: “La evidencia de irregularidades por parte del presidente Trump se esconde a simple vista”.
En el drama interno que se desarrolla en el Senado, los demócratas están utilizando los mayores éxitos de Trump para sugerir que su presunto abuso de poder, en busca de información política negativa de parte de Ucrania sobre su potencial oponente para 2020, Joe Biden, no es un acto aislado sino una conducta que va de acuerdo con su personaje.
Los videos también agregan credibilidad a un caso que los senadores republicanos, casi todos los cuales se espera que voten para absolver al presidente, tienen que escuchar con detalles implacables, repetitivos e incriminatorios. Algunos de estos detalles incluso pueden ser nuevos para ellos o pueden contradecir sus puntos de discusión republicanos. Y los rivales demócratas rumbo a las elecciones de noviembre saben que será mucho más difícil para ellos alegar ignorancia sobre lo que el presidente estaba haciendo.
“Creo que es doloroso para ellos seguir escuchando cómo el presidente sacudió al presidente de otro país … pero sabes qué, esto los está obligando a enfrentarlo. Si cierran sus oídos, estaré realmente triste por nuestro país”, dijo la senadora demócrata de Hawai Mazie Hirono en el programa “Erin Burnett OutFront de CNN”.
Sin embargo, hay pocas señales de que las horas de testimonio, también marcadas por videos de otros testigos que participaron en las audiencias de juicio político y son muy críticos con el presidente, estén cambiando las posturas de los republicanos, que tienen incentivos políticos insuperables para absolver a Trump.
El senador de Dakota del Norte, Kevin Cramer, parecía estar riendo durante dos videos reproducidos por García, incluido uno de Trump.
El senador Lindsey Graham, de Carolina del Sur, amigo y aliado político del presidente, mostró una gran sonrisa cuando Schiff mostró el video de Trump instando a Rusia a encontrar los correos electrónicos faltantes.
El senador John Cornyn de Texas fue cuestionad por Ted Barrett de CNN respecto a si estaba preocupado por algo que el presidente aparecía diciendo.
“Esa no es la cuestión”, respondió Cornyn.
“La cuestión es si se trata de traición, soborno u otro alto delito o delito menor. Quiero decir, esta es la opción nuclear bajo nuestra Constitución para remover a un presidente debidamente elegido por el voto de la Cámara y el Senado”, dijo. “Esto es algo que no deberíamos hacer a menos que se cumpla ese estándar constitucional, y estoy batallando por ver que eso esté siquiera cerca”.
El comentarista conservador Scott Jennings dijo en CNN que, incluso si algunos senadores republicanos estaban molestos por la evidencia del comportamiento de Trump que se vieron obligados a observar, ellos tenían pocas opciones realistas para hacer algo al respecto.
Esos senadores preguntaban: “¿Realmente vamos a destituir a un presidente por primera vez en la historia de Estados Unidos por esto?”, le dijo Jennings a Burnett.
Nueva presión por testigos
En el primer día del juicio, los demócratas hicieron repetidos intentos por conseguir que republicanos expresaran públicamente su oposición a la admisión de testigos como el ex asesor de seguridad nacional John Bolton y el jefe de gabinete interino de la Casa Blanca, Mulvaney, mientras buscan evidenciar que el Partido Republicano está frustrando un juicio justo.
Si el público llega a creer su narrativa, será más difícil para el presidente reclamar la reivindicación después de su probable absolución.
Pero según el principio rumsfeldiano de que vas a la guerra con los testigos que tienes en lugar de con los que quisieras tener, incluyeron videos de múltiples funcionarios diplomáticos actuales y anteriores que testificaron en la investigación de juicio político de la Cámara de Representantes.
Al recurrir repetidamente a imágenes de la ex asesora principal de la Casa Blanca sobre Rusia, Fiona Hill, quien describió cómo los hombres de Trump llevaron a cabo mandados políticos en Ucrania, los demócratas insinuaron un punto más amplio sobre la necesidad de más testigos en el juicio, un enfrentamiento que tomará lugar después de que ambas partes hayan presentado sus argumentos.
Hill dio el testimonio más gráfico en la investigación de la Cámara sobre cómo Bolton había calificado la iniciativa diplomática extraoficial de Rudy Giuliani en Ucrania como un “acuerdo de drogas” y al abogado personal del presidente como una “granada de mano”.
Eso plantea la pregunta de los senadores republicanos: ¿no deberían escuchar lo que Bolton tiene que decir por sí mismo?
Los demócratas también mostraron imágenes de la destituida embajadora de EE. UU. en Ucrania, Marie Yovanovitch, en las que admite que la intimidaron los tuits en los que Trump la atacaba.
Mientras el presidente estuvo al pendiente del juicio, su equipo legal aparentemente no desea ver al comandante en jefe en persona en la mesa en el Senado.
“Su abogado podría hacer una recomendación en contra de eso. Esa no es la forma en que funciona”, dijo a periodistas el abogado de Trump, Jay Sekulow. “Los presidentes no hacen eso”.
Dana Bash, Phil Mattingly, Ted Barrett, Betsy Klein, Clare Foran, Daniella Díaz, Manu Raju y Jeremy Herb contribuyeron a este informe.