Canadá aplanó la curva del covid-19, pero la complacencia alimenta una segunda ola mortal
Ottawa (CNN) — «Al menos no estamos tan mal como Estados Unidos».
Esas eran las palabras que muchos canadienses pronunciaban durante la primera ola de coronavirus, quizás sin malicia aunque con una buena dosis de presunción.
Pero esa complacencia puede haber ayudado a alimentar una segunda ola mortal en Canadá que ahora está abrumando la capacidad de los hospitales en casi todas las regiones del país mientras los funcionarios de salud imponen más restricciones y confinamientos.
«Lo que uno está diciendo es que somos mejores que el peor país del mundo», dice Amir Attaran, profesor canadiense de derecho y salud pública en la Universidad de Ottawa, criado en Estados Unidos, durante una entrevista con CNN.
Durante meses, Attaran ha sido un crítico implacable, advirtiendo que, al compararse con una vara de medir estadounidense, la respuesta de Canadá al covid-19 estaba destinada a claudicar.
Y ha claudicado.
¿Qué salió mal con el covid-19?
«En los últimos días, hemos visto nuevos récords de casos de covid-19 en varias provincias. Las hospitalizaciones están aumentando, las familias están perdiendo miembros y los más vulnerables están en riesgo. Solo porque estamos cerca de las vacunas no significa que podamos darnos el lujo de volvernos complacientes», advirtió el lunes el primer ministro Justin Trudeau durante una conferencia de prensa.
Entonces, ¿qué salió mal?
«Es necesario llevar la transmisión comunitaria a casi cero o cerca de cero y luego realizar las pruebas agresivas de rastreo y el aislamiento de contactos, lo que nunca hicimos», dice Attaran.
Durante la primera ola de covid-19, los canadienses fueron en su mayoría obedientes, cautelosos y serios acerca de quedarse en casa, usar mascarilla y seguir las órdenes emitidas por funcionarios de salud pública serios. Y la pandemia rara vez se politizó.
Pero a principios del otoño, funcionarios de salud pública canadienses advirtieron que las reuniones privadas en los hogares estaban impulsando un aumento en los casos y la transmisión comunitaria.
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Luego, el Día de Acción de Gracias canadiense, a principios de octubre, pareció sellar el destino del país, ya que las tasas de infección aumentaron durante las semanas posteriores.
Las cifras de Canadá van en la dirección equivocada
Canadá ha registrado récords de nuevos casos y muertes por el coronavirus en el último mes, según los datos de seguimiento de covid-19 de la Universidad Johns Hopkins.
El país ha reportado más de 425.000 casos de covid-19 y casi 12.800 muertes hasta la fecha, según Johns Hopkins.
Los nuevos casos diarios son ahora 10 veces más altos que a finales del verano, con un promedio de muertes de alrededor de 88 por día ahora, según la Agencia de Salud Pública de Canadá.
Durante unos días en verano, los datos del gobierno canadiense reportaban cero muertes por covid-19.
Según casi todas las medidas de seguimiento de covid-19, Canadá todavía está mejor que Estados Unidos, pero funcionarios canadienses han advertido que la capacidad hospitalaria está llegando a su punto límite y que la transmisión comunitaria debe reducirse.
Según datos del gobierno, Canadá tiene ahora alrededor de 2.400 personas con el virus en hospitales. Eso es unos cientos menos de lo que informó el condado de Los Ángeles el lunes, a pesar de que Canadá tiene una población casi 4 veces mayor.
Hasta ahora se han reportado más de 14,9 millones de casos de coronavirus en EE.UU. y han muerto más de 284.000 personas. Estados Unidos también está lidiando con un aumento en los casos que los expertos en salud esperan que empeore, anticipando nuevas oleadas de reuniones festivas en diciembre, además de un aumento potencial por la semana de Acción de Gracias.
Pero, nuevamente, los expertos en salud pública advierten que las comparaciones con Estados Unidos deberían ofrecer poco consuelo a los canadienses.
Falta de pruebas
Desde hace semanas, la agencia de salud pública de Canadá ha informado que, en promedio, en el país se realizan 75.000 pruebas de coronavirus diariamente. Eso significa que Canadá está haciendo pruebas a aproximadamente la mitad de la tasa, per cápita, que Estados Unidos.
Expertos en salud pública dicen que Canadá debe ser más agresivo con las pruebas para reducir la transmisión comunitaria y detectar la propagación asintomática.
Según un informe publicado el lunes por uno de los mayores operadores de atención a largo plazo de Canadá, esa falta de pruebas ha permitido trágicamente que el virus aceche y mate a residentes de hogares de ancianos en Canadá.
Los datos del gobierno canadiense muestran que, en agosto de 2020, casi el 80% de todas las muertes por coronavirus en el país ocurrieron entre residentes de centros de atención a largo plazo. Durante una conferencia de prensa a fines de octubre, la directora de salud pública de Canadá, Theresa Tam, confirmó que la cifra no cambió mucho en el otoño, aunque la agencia nacional de salud pública está esperando datos.
Y, sin embargo, continúa la falta de pruebas adecuadas en dichas instalaciones.
En un informe publicado el lunes por un operador de cuidados a largo plazo propiedad del gobierno, un panel asesor de expertos notó no solo las fallas en las pruebas de la primera ola, sino que las pruebas inadecuadas continúan.
«… aunque se entendía ampliamente que los residentes de centros de cuidados a largo plazo se enfrentaban a un riesgo extremadamente alto de complicaciones graves y muerte por covid-19, por lo que tenían mucho que ganar con las pruebas, ellos y el personal que los cuida no eran prioridad para las pruebas dentro del sistema», según el informe titulado «Una tormenta perfecta».
Las vacunas están por llegar, pero el cronograma es un problema
Trudeau ha dicho durante semanas que Canadá se ha asegurado «una de las carteras de vacunas más diversas» del mundo y un análisis de CNN de los acuerdos de compra del gobierno muestra que Canadá fácilmente podría tener 4 a 5 veces más vacunas de las que necesita para vacunar a toda su población, de unos 38 millones de personas.
El problema es el cronograma.
«Las vacunas están llegando», anunció Trudeau durante una conferencia de prensa en Ottawa el lunes. Dijo que Canadá tiene un acuerdo con Pfizer para comenzar la entrega anticipada de hasta 249.000 dosis de su vacuna.
Pero el lanzamiento de la vacuna en Canadá en 2020 es en gran parte simbólico, ya que representa solo una fracción de los 20 millones de dosis de la vacuna de Pfizer que Canadá dice haber comprado previamente.
El propio Trudeau dijo a finales del mes pasado que, debido a que Canadá tenía muy poca capacidad para fabricar vacunas, otros países como EE.UU., Reino Unido y Alemania podrían vacunar a más ciudadanos en un plazo más rápido que Canadá.
Al abordar esos comentarios anteriores, Trudeau dijo que «no queríamos que la gente se hiciera ilusiones».
Se espera que el ministerio de salud de Canada apruebe la vacuna candidata de Pfizer en unos días y actualmente está revisando los datos de otras tres candidatas, incluidas las de Moderna, Astra-Zeneca y Johnson & Johnson.
La preocupación es que a pesar de las adquisiciones agresivas, los canadienses serán vacunados más tarde que los ciudadanos de EE.UU. y Europa.
«Es un shock, realmente no esperaba que cuando le advertí a Canadá que llegaría tarde en esto me demostraría que tenía razón. Es desgarrador, realmente lo es. Será desgarrador porque costará vidas», dijo Attaran.
Los confinamientos de varias semanas no parecen funcionar
En las últimas semanas, el tono de los funcionarios de salud pública de todo el país ha sido el mismo: están suplicando a los canadienses que se queden en casa, se mantengan distanciados y usen mascarillas.
Eso se respalda con confinamientos en varios grados y nuevas restricciones en ciudades y pueblos de todo el país, incluidos centros urbanos más grandes como Toronto, Montreal y Vancouver. Pero hay poca evidencia de que los confinamientos y las restricciones tengan un impacto significativo en la tasa de infección.
En Toronto, ahora en su tercera semana de un segundo confinamiento, los casos continúan aumentando con récords diarios que se han roto en los últimos días.
«El número de casos es tan alto, que sólo puedo llamar a esto una situación muy, muy grave», dijo el lunes la Dra. Eileen de Villa, funcionaria médica de salud de Toronto durante una conferencia de prensa.
Dijo que el virus se estaba propagando de manera tan agresiva en la ciudad que no quería pensar en cuál sería la carga de casos si Toronto no hubiera entrado en un confinamiento.
Propagación agresiva
Hay una historia similar en la provincia de Alberta, donde las restricciones, que no llegan a un cierre total, no han logrado detener el aumento de la transmisión comunitaria.
Alberta tiene ahora una de las tasas de infección per cápita más altas de Canadá.
«Seré franco, ahora no estamos doblando la curva, todavía estamos siendo testigos de una transmisión muy alta del virus que está ejerciendo una enorme presión sobre nuestros hospitales, unidades de cuidados intensivos y trabajadores de la salud», dijo la Dra. Deena Hinshaw, directora médica de salud de Alberta, en una conferencia de prensa el lunes.
Attaran dice que Alberta y otras regiones canadienses no lograron cerrar con suficiente anticipación con una aplicación estricta creyendo que estaban salvando la economía.
«Lo que Canadá hizo mal es lo que muchos lugares del mundo han hecho mal y es que sus políticos han optado por tratar al virus como una parte interesada con la que se pueden llegar a acuerdos», dijo Attaran. Agregó que las medidas a medias actuales tomarán mucho más tiempo para controlar la tasa de infección.
El gobierno interviene para ayudar financieramente
Desde el comienzo de la pandemia, Trudeau ha tratado de asegurar a los canadienses que él «los respaldaba». Y ha cumplido esa promesa con montones de dinero en efectivo entregados a decenas de millones de canadienses.
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Una revisión de CNN de casi una docena de programas revela un pago a los residentes y negocios canadienses durante esta pandemia de casi US$ 200.000 millones y contando.
Los programas van desde un pago directo a las personas, a través de beneficios de desempleo y el Beneficio de Respuesta de Emergencia Canadiense, con lo que aproximadamente un tercio de todos los adultos canadienses reciben US$ 1.500 al mes durante varios meses.
A eso se añade un programa de subsidio al salario y alquiler para dueños de negocios, pagos a estudiantes y personas con discapacidades y programas especiales para pescadores y agricultores.
Trudeau dice que los programas y el dinero seguirán llegando hasta que la pandemia disminuya.
De hecho, el plan de estímulo canadiense fue tan efectivo que Statistics Canada informó un aumento de los ingresos familiares disponibles de más del 7% en los últimos nueve meses, y los pagos del gobierno aumentaron los ahorros personales.
No está claro, sin embargo, cuál será el impacto a largo plazo del gasto en la economía canadiense.
Al otro lado de la frontera, los líderes políticos de Estados Unidos están luchando por llegar a un acuerdo sobre otro paquete de estímulo, ya que varios programas clave de ayuda por la pandemia expirarán a finales de año.