Japón se prepara para un nuevo estado de emergencia ante el aumento de los casos de covid-19
Tokio (CNN) — Una parte de Japón podría entrar en estado de emergencia esta semana mientras el país lidia con un aumento de casos de coronavirus, varios de los cuales se han relacionado con una nueva variante potencialmente más infecciosa.
En una conferencia de prensa por el Año Nuevo el lunes, el primer ministro de Japón, Yoshihide Suga, dijo que se estaba considerando una declaración de emergencia y que esta se aplicaría a Tokio y las tres prefecturas vecinas de Chiba, Saitama y Kanagawa. Los gobernadores de las cuatro regiones han instado a Suga a que lo haga ya, a medida que aumentan los casos.
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«Si es necesario, no dudaremos en enviar al personal médico de las Fuerzas de Autodefensa», agregó Suga. Dijo que el gobierno apoyará las instalaciones médicas para garantizar que no se abrumen.
Suga no indicó cuándo tomaría el gobierno una decisión o qué restricciones se podrían anunciar. El primer estado de emergencia de Japón, declarado la primavera pasada, relativamente temprano en la pandemia, duró más de un mes y llevó al cierre de escuelas y negocios no esenciales.
Las autoridades japonesas están actualmente limitadas en sus poderes para castigar a quienes infrinjan las restricciones, incluso en un estado de emergencia, algo que, según informes, el gobierno de Suga planea cambiar para permitir que los gobiernos locales obliguen al cumplimiento de las medidas.
Primer Ministro de Japón, en problemas por manejo de la pandemia
El primer ministro, quien asumió el poder en septiembre pasado después de la renuncia de Shinzo Abe, ha visto caer su índice de aprobación en las últimas semanas, en parte debido a su manejo de la pandemia.
El domingo, Japón registró 3.150 nuevos casos y 51 muertes, lo que eleva el total nacional a 244.559 contagios y más de 3.600 fallecimientos. La región del Gran Tokio ha estado entre las más afectadas, con 816 casos nuevos el domingo después de que el jueves pasado registró un nuevo récord en un solo día de 1.337.
Japón confirmó sus primeros casos de la nueva variante del coronavirus del Reino Unido, potencialmente más infecciosa, la semana pasada, lo que llevó al gobierno a prohibir la entrada al país de todos los viajeros extranjeros.
Los casos en todo el país han aumentado en las últimas semanas gracias, en parte, al clima frío del invierno y la fatiga del distanciamiento social.
Japón fue uno de los primeros países afectados por la pandemia, pero el gobierno pudo mantener a raya los casos mediante la promulgación de estrictos controles fronterizos, invirtiendo esfuerzos en el rastreo de contactos y presionando a sus ciudadanos a practicar el distanciamiento social. Los esfuerzos habían tenido un gran éxito y Japón había logrado evitar el tipo de confinamientos estrictos decretados en otras partes del mundo.
«Respuesta lenta y confusa»
Los funcionarios de salud japoneses han instado continuamente a los ciudadanos a reducir sus actividades diarias, permanecer vigilantes y salir a cenar solo en pequeños grupos, pero eso ya no parece ser suficiente para detener la propagación de la pandemia.
«La respuesta de Japón es demasiado lenta y confusa, lo que refleja la falta de liderazgo y estrategia. Por un lado, alentaron a realizar viajes nacionales y comer fuera, por otro, simplemente pidieron a la gente que tuviera cuidado», dijo Kenji Shibuya, director del Instituto de Salud de la Población en el King’s College de Londres. «Básicamente, el gobierno le pide a la gente que se comporte correctamente de manera voluntaria, pero no hace más que eso».
Suga desestimó los llamados para declarar el estado de emergencia en noviembre, citando el consejo de un panel asesor de que los hospitales todavía estaban relativamente vacíos. Sin embargo, el recuento total de casos de Japón se ha más que duplicado desde entonces.
Se cree que los funcionarios japoneses desconfían de introducir un cierre u otras medidas de emergencia por temor a dañar la economía. El país también se enfrenta una vez más a decisiones difíciles en torno a los Juegos Olímpicos, que debían tener lugar el verano pasado, pero que finalmente se pospusieron a medida que la pandemia se extendía por todo el mundo.
¿Qué pasará con los Juegos Olímpicos?
Los Juegos de Tokio están programados para celebrarse del 23 de julio al 8 de agosto de 2021, según el Comité Olímpico Internacional, con ceremonias de apertura y clausura reducidas de acuerdo con una «simplificación general de los Juegos».
Si se permitirá que espectadores extranjeros asistan a los Juegos Olímpicos y cuántos serían se resolverá en los primeros meses del año.
El éxito de los Juegos Olímpicos probablemente dependerá de la rapidez con la que se puedan implementar los esquemas de vacunación en todo el mundo, sobre todo en Japón. Los programas de vacunación no comenzarán en Japón sino hasta finales de febrero, muy por detrás de otros países. En la conferencia de prensa del lunes, Suga dijo que los trabajadores médicos de primera línea y los adultos mayores serían los primeros grupos en recibir las vacunas. Agregó que el gobierno había adelantado el cronograma debido al último brote.
Sin embargo, las autoridades japonesas también tendrán que lidiar con lo que se espera sea una antipatía generalizada hacia recibir la vacuna: Japón se encuentra «entre los países con menor confianza en las vacunas del mundo», según un estudio reciente de The Lancet.
Suga ha prometido «tomar la iniciativa» en la vacunación y dijo el lunes que unos Juegos Olímpicos exitosos servirían como «prueba de que los seres humanos han superado el coronavirus».
Junko Ogura informó desde Tokio, Japón, James Griffiths informó desde Hong Kong. Joshua Berlinger y Selina Wang de CNN contribuyeron con este reportaje.