En Chicago, las celebraciones del Día de la Independencia de México se ven opacadas por amenazas de redadas del ICE
Por Danya Gainor, CNN
En el suroeste de Chicago, la música retumbaba y las banderas verde, blanca y roja ondeaban por las calles del barrio mayoritariamente latino de Pilsen, donde el sábado multitudes se reunieron para dar inicio a las celebraciones del Día de la Independencia de México.
Artistas disfrazados y niños con canastas llenas de dulces desfilaron por la comunidad, recibiendo vítores de las familias alineadas en las aceras.
Pero la alegría de esta celebración anual llegó este año acompañada de una sensación de inquietud. Silbatos naranja brillante colgaban del cuello de asistentes y bailarines, listos para sonar por encima de la música en caso de que aparecieran agentes federales de inmigración.
La precaución refleja los temores que se sienten en toda la ciudad de que Chicago pueda ser el próximo objetivo de la intensa ofensiva migratoria del presidente Donald Trump. Las festividades de este año en la Ciudad de los Vientos fueron más tranquilas; algunas incluso se pospusieron ante la amenaza latente.
Pero en Pilsen, el vecindario decidió reunirse de todos modos, eligiendo la alegría por encima del miedo.
“Siempre es un buen momento para celebrar nuestra cultura, nuestras costumbres”, dijo Araceli Lucio, una asistente al desfile y residente de toda la vida, a CNN. “Creo que ahora más que nunca es cuando debemos demostrar que estamos unidos y que somos una comunidad”.
Este feriado mexicano suele atraer a cientos de miles de personas a más de una semana de celebraciones en Chicago, que comenzaron el sábado. Sin embargo, ante el anticipado aumento de la vigilancia migratoria, las calles se veían más tranquilas y los eventos, más apagados.
En Wauconda, un poblado al noroeste de Chicago, se canceló el Festival Anual del Patrimonio Latino debido a “la situación climática reciente y las preocupaciones migratorias en nuestra área”, según publicó el Departamento de Policía de Wauconda en redes sociales el viernes.
Fiestas Patrias, uno de los eventos más grandes por el Día de la Independencia de México, fue pospuesto por primera vez en sus 30 años de historia, del 14 de septiembre al 1 de noviembre. Este festival se celebra cada año en Waukegan, un suburbio ubicado a orillas del Lago Michigan, justo al norte de la base naval de los Grandes Lagos, instalación que, según el gobernador JB Pritzker, Trump planea usar como centro de operaciones para agentes migratorios entrantes.
“Sé que los vendedores quizás están molestos, pero es lo que hay: por la seguridad de la gente”, dijo Margaret Carrasco, presidenta de Fiestas Patrias.
El Grito Chicago, un festival de dos días en el Grant Park del centro de la ciudad, también decidió posponer su realización citando preocupaciones por la “seguridad de nuestra comunidad”.
“Estamos tristes por la pérdida de una oportunidad de elevar una visión de dignidad, fortaleza y pertenencia en un momento en que realmente se necesita”, dijeron los organizadores del evento en un comunicado.
Los asistentes al desfile en Pilsen reconocieron el miedo y la incertidumbre que se vive en otros sectores de las comunidades latinas de la ciudad, y respaldaron la decisión de los organizadores de posponer sus eventos.
“Estamos con ellos, los apoyamos, entendemos lo que están sintiendo”, dijo Claudia Villagrana, quien celebró el sábado en Pilsen, a CNN.
Los representantes de Illinois Mike Quigley y Jesús “Chuy” García también fueron vistos caminando en el desfile del sábado en Pilsen, ya que los funcionarios estatales han estado atentos a las advertencias sobre una inminente operación de inmigración en Chicago.
Las autoridades en Chicago han estado monitoreando durante días las advertencias de que la ciudad podría ser el próximo objetivo de las crecientes acciones de cumplimiento migratorio del presidente Trump en todo el país.
El presidente y sus asesores han criticado repetidamente a Chicago por sus políticas que limitan la cooperación entre las autoridades locales y los agentes federales de inmigración. Durante el Gobierno de Biden, la ciudad enfrentó una oleada de migrantes tras los aumentos en la frontera sur de EE.UU. y la decisión del gobernador de Texas, Greg Abbott, de transportar migrantes a ciudades gobernadas por demócratas.
Chicago también fue una de las primeras ciudades en ser blanco de operativos migratorios cuando Trump asumió el cargo en enero.
Ahora, se espera que las operaciones anticipadas en Chicago sean a mayor escala, utilizando personal del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), y posiblemente otras agencias, informó CNN anteriormente.
El alcalde de Chicago, Brandon Johnson, firmó una orden la semana pasada para resistir la ofensiva, y estableció un plan para la ciudad ante las “crecientes amenazas del gobierno federal”.
La orden “afirma” que la policía de Chicago no “colaborará con agentes federales en patrullajes conjuntos, operaciones de arresto u otras tareas de aplicación de la ley, incluyendo la ejecución de leyes de inmigración civil”.
Pero los residentes aún se preparan para lo peor.
Las comunidades están distribuyendo volantes que recuerdan a las familias que tienen derecho a guardar silencio, no están obligadas a consentir revisiones y no tienen que revelar su lugar de nacimiento ni su estatus migratorio, entre otros derechos.
Sylvelia Pittman, maestra de la Escuela Primaria Nash en el West Side de Chicago, dijo que escuchó a sus alumnos hablar el viernes sobre posibles arrestos por parte de ICE.
Antes de salir para el fin de semana, dijo Pittman, los estudiantes se despidieron entre sí diciendo: “Espero verte la próxima semana”.
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Con información de Omar Jimenez, Andy Rose y Taylor Romine