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Jueza bloquea temporalmente el despliegue de la Guardia Nacional de Trump en Portland

Por Karina Tsui, Elizabeth Wolfe, Jason Kravarik y Rebekah Riess, CNN

Una jueza federal en Oregon otorgó una orden de restricción temporal que impide al Gobierno de Trump desplegar la Guardia Nacional en Portland después de que el presidente anunciara que enviaría militares para proteger lo que él llama una ciudad “asolada por la guerra”.

El fallo de la jueza designada por Trump marca el último revés para los esfuerzos de la Casa Blanca de tomar medidas enérgicas contra ciudades gobernadas por demócratas que, según afirma, están afectadas por el crimen y el desorden, citando a menudo la necesidad de proteger instalaciones de ICE de manifestantes violentos.

La jueza de distrito Karin Immergut determinó, en una opinión judicial, que Oregon y la ciudad de Portland “probablemente tendrán éxito en su argumento de que el presidente excedió su autoridad constitucional y violó la Décima Enmienda”.

En su fallo, Immergut señaló que los recientes incidentes citados por el Gobierno federal, en los que manifestantes se enfrentaron con agentes federales, “son inexcusables, pero no se acercan al tipo de incidentes que no puedan ser manejados por fuerzas regulares del orden público”.

La jueza agregó: “El Gobierno Trump presentó una serie de argumentos que, de ser aceptados, corren el riesgo de borrar la línea entre el poder federal civil y militar a costa de esta nación”.

La orden de restricción temporal vence en 14 días, el 18 de octubre, momento en el cual el estado planea solicitar una extensión, según el fiscal general de Oregon, Dan Rayfield.

El Gobierno federal solicitó la federalización de 200 miembros de la Guardia Nacional de Oregon. Según las autoridades estatales, estos efectivos seguían en entrenamiento hasta el viernes por la noche y no se encontraban en Portland.

De acuerdo con Rayfield, la orden judicial coloca nuevamente a la Guardia Nacional bajo el mando de la gobernadora Tina Kotek. Las autoridades de Oregon esperan que el Gobierno federal apele la decisión mientras el caso avanza en el sistema judicial, con una audiencia programada para el 29 de octubre.

Funcionarios estatales y municipales aplaudieron la decisión del juez este sábado por la noche, argumentando que reafirma que no hubo rebelión en la ciudad ni una interrupción significativa en las semanas previas a la directiva federal.

“El fallo de hoy es un control saludable sobre el poder del presidente. Como presidente, debe basar sus decisiones en hechos comprobados, no en redes sociales o en su instinto, si quiere movilizar al Ejército”, afirmó Rayfield en una conferencia de prensa.

La gobernadora de Oregon calificó la decisión judicial como “un paso en la dirección correcta”.

“Esperamos que el presidente Trump respete la decisión de la corte y el estado de derecho”, declaró Kotek. “Esperamos que cambie de rumbo”.

CNN contactó a la Casa Blanca para obtener comentarios.

El Gobierno de Donald Trump apunta a los últimos disturbios en Chicago y Portland, en Oregon, para justificar un inminente despliegue de agentes federales en las dos ciudades gobernadas por demócratas, aprovechando nuevas rondas de protestas y la reciente detención de un influencer conservador.

Trump tiene la intención de movilizar a 300 miembros de la Guardia Nacional de Illinois “en las próximas horas”, dijo el gobernador de Illinois, J. B. Pritzker, este sábado, después de que las protestas en una instalación del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) el viernes provocaran más de una decena de arrestos.

Esto es lo que más sabemos sobre las situaciones en ambas ciudades.

Funcionarios de Oregon y Portland demandaron conjuntamente al gobierno esta semana, después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara que enviaría a la Guardia Nacional para proteger el Portland “devastado por la guerra”. El estado dice que la orden es ilegal y ha calificado la descripción que hace el presidente de la ciudad como “extremadamente hiperbólica”.

“He dicho desde el principio que el número de militares federales que se necesitan o desean es cero”, dijo el alcalde de Portland, Keith Wilson, en una conferencia de prensa este sábado.

El presidente y su gobierno han citado semanas de manifestaciones fuera de la instalación de ICE en Portland, enmarcándolas como “disturbios violentos” ligados a “terroristas domésticos de Antifa”. Funcionarios locales disputan esa caracterización, alegando en la demanda que las protestas eran pequeñas hasta que el anuncio de la Guardia Nacional de Trump volvió a atraer la atención hacia ellas.

El Gobierno también mencionó el arresto de Sortor, un influencer conservador de 27 años, durante las protestas frente a las instalaciones del ICE en Portland, en lo que la policía describió como una pelea.

Sortor fue liberado horas después sin fianza y denunció su detención como un arresto indebido. Posteriormente, el Departamento de Justicia inició una investigación sobre una posible discriminación por puntos de vista por parte de la policía de Portland, algo que el departamento negó.

Otras dos personas fueron arrestadas y acusadas de alteración del orden público durante una protesta en Portland la tarde del viernes, incluyendo a una persona que, según la policía, portaba “un bote de aerosol químico y una vara de metal retráctil”.

La policía de Portland indicó que continuará monitoreando la actividad de protesta.

“El hecho de que no se realicen arrestos en el lugar, cuando las tensiones están altas, no significa que las personas no estén siendo acusadas de delitos posteriormente”, señaló el departamento de policía.

El viernes, el juez escuchó casi dos horas de testimonios sobre la legalidad del posible despliegue.

El subsecretario adjunto de Justicia de Estados Unidos, Eric Hamilton, mencionó una variedad de incidentes que, según él, hacen necesario el despliegue de la Guardia Nacional.

Hamilton acusó a los manifestantes de bloquear la entrada a la instalación de ICE, seguir a los agentes de ICE hasta sus hogares y lanzar artefactos incendiarios, piedras y ladrillos a las fuerzas del orden. La instalación cerró durante tres semanas en el verano “debido a la violencia”, dijo. CNN se puso en contacto con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) y con ICE para obtener más detalles sobre el cierre de la instalación.

Pero Caroline Turco, abogada de la ciudad de Portland, dijo que lo que en última instancia está sucediendo en Portland es un “problema de percepción versus realidad”.

“La percepción del presidente es que esto es la Segunda Guerra Mundial aquí afuera. La realidad es que es una ciudad hermosa con una fuerza policial sofisticada que puede manejar la situación”, dijo Turco.

Los abogados estatales de Oregon dijeron que el uso de la Guardia Nacional de Oregon para la aplicación civil de la ley no entra dentro de las circunstancias limitadas —incluyendo “rebelión” o invasión de una nación extranjera— bajo las cuales el presidente tiene el poder de llamar a los militares estatales a la acción federal.

La ley federal también estipula que este tipo de acción debe realizarse a través de los gobernadores estatales. La gobernadora de Oregon, Tina Kotek, se ha opuesto ferozmente al despliegue.

La represión de Trump en Portland sigue esfuerzos similares en la ciudad de Washington, Los Ángeles y Memphis, una iniciativa que ha encontrado una enérgica resistencia de parte de líderes demócratas en todo el país, quienes argumentan que las medidas tienen motivaciones políticas y carecen de justificación.

El mes pasado, un juez federal en California falló que el gobierno de Trump violó la ley al desplegar a miles de soldados de la Guardia Nacional federalizados y cientos de marines para reprimir protestas contra las acciones de ICE en Los Ángeles.

La decisión prohibió a los militares realizar funciones policiales en el estado, pero la Casa Blanca apeló la decisión.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) informó que agentes federales fueron embestidos por vehículos y rodeados por al menos 10 autos este sábado por la mañana en Chicago, según Tricia McLaughlin, subsecretaria asistente de asuntos públicos del DHS, en una publicación en X. De acuerdo con el DHS, los agentes abrieron fuego contra una ciudadana estadounidense armada que, según la versión oficial, intentó atropellarlos después de salir de su vehículo.

La mujer, acusada de divulgar información personal de agentes en línea, se trasladó por sí misma al hospital tras resultar herida, según McLaughlin.

Ningún agente resultó gravemente herido en el incidente, añadió McLaughlin, quien acusó al Departamento de Policía de Chicago de abandonar la escena. El Departamento de Policía de Chicago informó a CNN este sábado que inicialmente respondió a la escena, pero “no está involucrado en el incidente ni en su investigación”. CNN se ha comunicado con la oficina del gobernador para obtener comentarios.

El FBI se encuentra en el lugar del tiroteo, según el DHS. CNN también solicitó comentarios al FBI.

Mientras tanto, la más reciente serie de protestas fuera de una instalación de ICE en Illinois resultó en la detención de al menos 18 personas, a medida que las tensiones por la participación federal en el estado quedaron en evidencia durante la visita de Noem.

Al menos cinco personas fueron arrestadas por agresión agravada a un oficial de policía y por resistirse y obstruir durante manifestaciones en Broadview, dijo la Oficina del Sheriff del Condado de Cook a CNN. El DHS reportó 13 arrestos adicionales la noche del viernes.

Los manifestantes llenaron las calles mientras Noem estaba situada en el techo del edificio de ICE, rodeada de agentes armados y un equipo de cámaras, según WLS, afiliada de CNN.

Las protestas cerca de Chicago comenzaron hace semanas, luego de que líderes locales supieran que “una campaña de control a gran escala” pronto comenzaría en la Ciudad de los Vientos como parte de la amplia agenda migratoria del gobierno de Trump. Esa operación generalizada ha resultado hasta ahora en más de 1.000 arrestos, dijo el DHS en un comunicado de prensa el viernes.

La Casa Blanca acusó a los líderes locales, incluido el gobernador de Illinois, J. B. Pritzker, de negarse a frenar “la violencia y la ilegalidad en curso” en el estado.

Pritzker declaró este sábado que no llamaría a la Guardia Nacional, a pesar de la solicitud del Departamento de Defensa esa misma mañana.

“Esta mañana, el Departamento de Guerra del Gobierno de Trump me dio un ultimátum: llama a tus militares o lo haremos nosotros. Es inaceptable exigir a un gobernador que despliegue militares dentro de su propio estado en contra de su voluntad”, dijo Pritzker en un comunicado.

El gobernador afirmó que “no hay necesidad de militares en Illinois”.

“La policía estatal, del condado y local han estado trabajando de manera coordinada para garantizar la seguridad pública en torno a la instalación de ICE en Broadview y proteger el derecho de las personas a manifestarse pacíficamente”, agregó Pritzker.

CNN contactó al Departamento de Defensa para obtener más información.

En un incidente separado el viernes, la concejala Jessie Fuentes dijo que fue esposada por agentes durante un breve periodo en un hospital de Chicago.

Fuentes recibió una llamada sobre agentes de ICE en la sala de emergencias y se enteró de que un detenido se había lesionado la pierna en un incidente que involucró a oficiales de ICE, explicó en una conferencia de prensa.

Fuentes dijo que preguntó a los agentes si tenían una orden judicial “para estar en la sala de emergencias y tenerlo detenido”.

“No solo se niegan a responder, sino que responden con violencia al empujarme en la sala de emergencias, y luego sigo preguntando si tienen una orden judicial firmada, y entonces me esposan… y amenazan con arrestarme porque estoy ejerciendo mi derecho constitucional de hacer una pregunta”, dijo Fuentes.

El DHS informó a CNN que un inmigrante detenido fue arrestado y posteriormente se quejó de una lesión en la pierna tras intentar huir de las autoridades. El hombre fue trasladado al hospital para recibir atención médica y, según el DHS, “casi 30 manifestantes intentaron ingresar al área donde el detenido estaba siendo atendido”.

“Nuestros valientes agentes se enfrentan a un aumento de agresiones en su contra, incluyendo ataques de francotiradores, autos utilizados como armas contra ellos y agresiones por parte de alborotadores. Esta violencia contra las fuerzas del orden debe TERMINAR. No nos dejaremos intimidar por alborotadores y manifestantes en nuestro deber de mantener segura a Estados Unidos”, señaló el DHS en un comunicado.

El alcalde de Chicago, Brandon Johnson, dijo que los funcionarios electos tienen el derecho “de documentar las acciones de ICE e informar a sus electores sobre sus derechos sin interferencia federal”.

“Cualquier intento de bloquear este trabajo es un ataque directo a la rendición de cuentas democrática y una agresión contra los derechos del pueblo de Chicago”, dijo en un comunicado publicado en X.

En una recaudación de fondos organizada por los demócratas de Georgia el viernes, Pritzker advirtió sobre una “crisis constitucional” en curso debido a las acciones federales en su estado.

El gobernador también condenó una redada nocturna realizada por autoridades federales en un edificio de apartamentos en Chicago a principios de semana, que resultó en el arresto de 37 inmigrantes indocumentados y generó preocupación entre los residentes.

Adultos y niños por igual fueron sacados de sus apartamentos, llorando y gritando, durante la redada, que un vecino describió como una “invasión” de estilo militar.

Pritzker declaró que “agentes federales bajo las órdenes de la secretaria Noem han pasado semanas deteniendo familias, asustando a residentes, violando derechos de debido proceso e incluso deteniendo a ciudadanos estadounidenses. No se concentran en criminales violentos y, en cambio, generan pánico en las comunidades”.

El alcalde Johnson afirmó a MSNBC que “hombres enmascarados entrando en casas en la noche, apuntando armas largas a personas negras, latinas, trabajadoras y de bajos recursos es inconstitucional y reprensible. En Chicago, vamos a defender nuestros derechos”.

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Whitney Wild, Dalia Faheid, Bill Kirkos y Sarah Dewberry de CNN contribuyeron a este informe.

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