El 2020 fue un año terrible. Pero el mundo se encuentra en mejor estado de lo que podrías pensar
(CNN) — En 2020, un virus devastador desapareció oficialmente del continente que una vez había arrasado, un logro notable de salud pública tras décadas de trabajo. Pero puede que te lo hayas perdido.
La erradicación de la poliomielitis salvaje de África en agosto fue aclamada como un «gran día» por la Organización Mundial de la Salud y celebrada por los funcionarios de salud pública.
Aun así, la dominante pandemia de covid-19 la mantuvo fuera de las portadas y se aseguró de que un golpe casi fatal a una enfermedad mortal ocurriera con poca algarabía.
«Sofocó el júbilo masivo, la publicidad y el reconocimiento que merece un hito como este», dijo el Dr. Tunji Funsho, la persona más responsable que ninguna otra por la erradicación de la poliomielitis salvaje de Nigeria y, con eso, de África.
Pero el momento fue «un gran suspiro de alivio», agregó Funsho, cuyo trabajo como presidente del programa de erradicación de la polio de Rotary International en Nigeria le valió un lugar entre las 100 personas más influyentes de Time de 2020.
«Haber visto y sostenido a niños paralizados por el virus de poliomielitis salvaje (…) ese tipo de visión se ha convertido en historia», le dijo a CNN, con voz emocionada por la escala del logro. «Ningún niño volverá a quedar paralizado por el virus de poliomielitis salvaje en Nigeria», agregó.
El año de Funsho se lee como el 2020 al revés. En lugar de ver cómo una enfermedad se propagaba indiscriminadamente y paralizaba al mundo en estado de shock, apagó las últimas brasas de un virus diferente y desbloqueó cantidades enormes de potencial humano.
Un niño recibe gotas de vacuna para el polio en Kajiado (Kenya) en 2018.
Pero este no es el único logro que se pierde en medio de la vertiginosa expedición que fue el 2020.
Un problema que viene de antes de 2020
Incluso antes de que existiera el covid-19, los humanos tenían una tendencia inequívoca y científicamente señalada a creer que el mundo es más pobre, colérico e inestable de lo que es en realidad. Es parte de un deseo inconsciente de aferrarse a los estereotipos negativos e ignorar la escala de progreso que se despliega frente a nosotros.
Es un hábito adquirido en la infancia y reforzado por la cobertura de los medios y nuestras propias peculiaridades psicológicas, creen muchos expertos. En pocas palabras, creemos que el mundo es un lugar malo que está empeorando, una sensación que sin duda creció en los últimos 12 meses.
¿El único problema? Estamos equivocados.
«Soy un optimista nato», dijo Funsho al reflexionar sobre los desafíos que enfrentó su trabajo de años. Los desafíos fueron desde una insurgencia de Boko Haram que impidió que los niños en el norte de Nigeria fueran vacunados contra la polio, hasta un terreno traicionero que obligó a su equipo a viajar en moto, burro y camello para repartir inyecciones.
«Cuando el mundo se une con un propósito común, mejorar la vida de todos los ciudadanos del mundo, sin importar dónde vivan, podemos lograrlo», dijo. «Era bastante optimista y demostré que tenía razón», agregó.
En 2020 siguieron pasando cosas buenas, incluso cuando la pérdida y el aislamiento se extendieron en una escala épica.
Y, según decenas de científicos y expertos en datos, hay logros como el de Funsho que suceden de manera constante en un mundo que mejora rápidamente. Simplemente no estamos prestando atención.
Cambiar la mentalidad
«En un mundo con muchos problemas, es como que tienes prohibido hablar de cosas buenas», se lamentó Ola Rosling. Rosling es coautor del bestseller «Factfulness», que busca educar a las personas sobre las mejoras con respecto a la pobreza, la salud y el bienestar globales que están subestimadas.
Rosling es uno de los integrantes de un grupo de expertos que obligan a las personas a pensar de manera diferente sobre nuestro mundo. Y en 2020, sus esfuerzos son particularmente conmovedores.
«Incluso durante los años sin una pandemia, la gente es muy reacia a creer que el mundo es mejor de lo que solía ser», le dijo a CNN. «Podríamos mejorar mucho el mundo. Hay muchos problemas», admitió. «Pero creo que el principal problema es nuestra mentalidad», dijo.
Cambiar esa mentalidad ha sido la misión de Rosling y su difunto padre, Hans. Su libro de 2018 fue aclamado por Bill Gates, quien pagó para que cualquier graduado universitario de Estados Unidos lo comprara gratis. Y reveló una alarmante tendencia humana. Cuando los autores pidieron a miles de personas en todo el mundo que estimaran las tasas de pobreza extrema, niñas en los sistemas educativos, niños vacunados contra el sarampión y docenas de otras métricas, los encuestados asumieron sistemáticamente que cada medida era peor de lo que es.
De hecho, si los autores hubieran «colocado un plátano al lado de cada una de las tres (opciones) y hubieran dejado que algunos chimpancés eligieran las respuestas, se podría esperar que hubieran respondido correctamente una de cada tres preguntas, superando a la mayoría de los humanos en el proceso», escribió Hans Rosling en 2015.
Una vendedora ofrece pimientos verdes en Dar es Salaam, Tanzania, en abril. Según el Banco Mundial, la pobreza disminuyó más en Tanzania que en cualquier otro país entre 2000 y 2015.
«No hay división política o partidista en este concepto erróneo», dijo a CNN Ola Rosling, quien ahora dirige la organización Gapminder. «En un mundo cambiante, sistémicamente, tanto en la izquierda como en la derecha, la gente está igualmente desactualizada sobre el mundo».
‘Este es probablemente el mejor de los tiempos’
Parece que no queremos dejar de lado esas suposiciones negativas. En un estudio de 2018 citado por psicólogos, incluido el autor canadiense-estadounidense Steven Pinker, como evidencia de la ignorancia de la gente sobre las mejoras a nivel mundial, los investigadores de Harvard pidieron a los participantes que buscaran diferentes cosas, como puntos azules, caras amenazadoras o acciones poco éticas.
«Descubrimos que cuando los participantes buscaban una categoría que se volvió menos común con el tiempo, ‘expandieron’ esa categoría para incluir más cosas», dijo a CNN el autor principal del estudio, David Levari. «Entonces, cuando los puntos azules se volvieron raros, la gente llamó azul a una gama más amplia de colores. Cuando las caras amenazantes se volvieron raras, la gente llamó a una gama más amplia de expresiones faciales ‘amenazantes’».
«Estos hallazgos sugieren que cuando las personas están alerta por algo negativo que se está volviendo menos común, en lugar de celebrar su buena fortuna, pueden comenzar a encontrar ese algo negativo en más lugares de lo que solían hacer», dijo.
Las suposiciones obsoletas se transmiten de generación en generación. Se enseñan durante la infancia y se refuerzan con la cobertura de los medios de eventos negativos, pero excepcionales, sugirió Rosling.
«El mundo está en muy mal estado, pero este es probablemente el mejor de los tiempos», agregó. «Y la mayoría de la gente no puede imaginar eso por cómo están conectados nuestros cerebros».
Encontrar aspectos positivos en un 2020 difícil
Puede que la negatividad sea una tendencia humana, pero los expertos dicen que desafiarla puede ayudarnos a poner en su contexto adecuado incluso un año tan enrevesado como 2020.
La pandemia, por ejemplo, paralizó los esfuerzos para resolver una serie de logros científicos. Pero también encubrió una serie de logros. Y se aseguró de que pasáramos mucho más tiempo enfocándonos en una nueva crisis de salud, en lugar de celebrar el hecho de que otras están acercándose a su fin de manera lenta, pero segura.
Uno de esos hitos fue alcanzado por un equipo de médicos, incluido el virólogo Ravindra Gupta, quien curó el VIH en una persona por segunda vez en la historia. Esto se logró en 2019 y se hizo público en marzo.
«Realmente fue una gran noticia», dijo Gupta a CNN. «La primera vez que sucedió fue hace casi 10 años, y la gente no había podido volver a hacerlo, por lo que las personas se preguntaba s era real o si fue una casualidad», explicó.
Adam Castillejo, conocido como el London Patient, en el East End de Londres en marzo. El tratamiento de Castillejo para el VIH / Sida marcó un hito importante en la batalla contra la enfermedad.
«Refuerza la esperanza de que sea posible una cura para el VIH», dijo Richard Jefferys, director del proyecto científico del Grupo de Acción de Tratamiento, con sede en Estados Unidos.
La pandemia de este 2020 también dio paso a la creación de una vacuna con una rapidez histórica, que reescribió todas las reglas sobre la rapidez con la que se podía producir dicha vacuna.
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«Creo que es único», dijo David Matthews, profesor de Virología de la Universidad de Bristol, sobre las múltiples vacunas candidatas a acercarse o alcanzar la aprobación en 2020. «Es importante recordar que a principios año literalmente no teníamos idea de si era posible algún tipo de vacuna contra el SARS-CoV-2», recuerda.
«Estamos entrando en una nueva era de desarrollo de vacunas», agregó Andrew Preston de la Universidad de Bath. Incluso existe la esperanza de que la tecnología de ARNm utilizada por primera vez en algunas vacunas contra el covid-19 pueda funcionar contra una amplia gama de otras infecciones, incluido el cáncer.
El progreso engendra progreso
Y la crisis también dio lugar a un renovado reconocimiento del trabajo científico, según Peter Hotez, decano de la Escuela Nacional de Medicina Tropical del Baylor College of Medicine en Houston. «Por primera vez que puedo recordar, la gente escucha directamente a los científicos de forma regular. Y creo que a la gente le gusta lo que están escuchando, (acerca de) cómo pensamos en un problema, cómo hacemos evaluaciones, cómo reaccionamos a diferentes situaciones», dijo a CNN.
«Creo que es un avance realmente importante y positivo, y sobre el que tenemos que construir», opinó.
El progreso engendra progreso. Cuando la polio salvaje fue sofocada en África, Funsho le dijo a CNN que su equipo rápidamente rediseñó su operación para combatir el covid-19 en la región. esto la protegió del virus de una manera que de otra manera hubiera sido imposible.
Y la crisis puede haber tenido implicancias aún más profundas en otros lugares. «Esta pandemia nos ayudó a ver a todos los actores reales de lo que llamamos sociedad, todas estas personas en uniforme de las que siempre se hablaba mal», dijo Rosling.
Homenaje a los profesionales de la salud en Nueva York en abril.
«Creo que está agudizando nuestra seriedad sobre lo que realmente es una sociedad y el tipo de solidaridades necesarias para que siga funcionando», agregó.
Mientras tanto, Rosling desea destacar las mejoras vitales constantes que sucedieron en un segundo plano.
«Las tendencias que realmente forman y dan forma a la vida de la generación futura son cosas que nunca aparecen en las noticias», dijo. Citó el creciente acceso a la electricidad, la disminución de la mortalidad durante el parto y el progreso en la lucha contra enfermedades como la malaria y la poliomielitis como fuentes de luz que brillaron durante todo el año.
«Para darte cuenta de lo bueno que es el mundo y de cuántas cosas están mejorando, primero tienes que confrontar la cosmovisión de las personas y mostrarles que en realidad se equivocan mucho», resumió.
«Ser consciente del progreso te hace darte cuenta de que los problemas sobre los que escuchaste esta noche, los escuchas porque vamos a tratar de resolverlos», dijo.
«Los problemas son para resolver», dijo Rosling. «E históricamente hemos logrado resolver los mayores problemas», concluyó.