Una ‘mutación escapista’ en la variante del coronavirus de Sudáfrica alarma a los científicos
(CNN) — Científicos han identificado una «mutación escapista» que puede disminuir la eficacia de las vacunas contra el covid-19.
La mutación, llamada E484K, se ha encontrado en una variante del coronavirus que se detectó por primera vez en Sudáfrica hace dos meses. Esa variante ahora se ha extendido a otros 12 países.
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Penny Moore, profesora asociada del Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles de Sudáfrica, calificó la mutación como «alarmante».
«Tememos que esta mutación pueda tener un impacto, y lo que no sabemos es el alcance de ese impacto», dijo.
A la E484K se le denomina «mutación escapista» porque se ha demostrado que podría escapar de algunos de los anticuerpos producidos por la vacuna.
«Estoy preocupado», dijo Alex Sigal, virólogo del Africa Health Research Institute.
Sigal, Moore y otros científicos que están estudiando la mutación E484K todavía tienen que completar su trabajo en el laboratorio para ver si la vacuna es menos efectiva contra esta nueva variante.
Con base en lo que han visto hasta ahora, dicen que dudan de que E484K inutilice las vacunas contra el coronavirus. Más bien, creen que existe la posibilidad de que la mutación, por sí sola o en combinación con otras mutaciones, pueda disminuir la eficacia de la vacuna contra la variante.
También les preocupa que E484K pueda ser una indicación de que el nuevo coronavirus está mostrando su capacidad de cambiar ante nuestros ojos. Si esta mutación sucediera en cuestión de meses, podrían seguir otras mutaciones problemáticas.
«Este virus podría estar dando los primeros pasos en un camino bastante largo hacia la resistencia a las vacunas», dijo Andrew Ward, virólogo estructural de Scripps Research en La Jolla, California.
«Es el comienzo de un largo camino», dijo Moore. «Eso es lo que realmente me asusta sobre esto. Es una llamada de atención aleccionadora».
La ‘mutación escapista’ es como un niño desobediente
Para comprender el peligro potencial que representa la mutación E484K, imagina una maestra frente a un salón de clases lleno de alborotados alumnos de primer grado.
Después de meses de intentar controlar la clase, la maestra finalmente lo logra. Hace que se sienten quietos en sus sillas.
Pero después de un tiempo, un niño deja la clase y otro toma su lugar. Este nuevo niño, este nuevo pequeño bribón, no se queda sentado. La técnica de la maestra para calmar a los niños no funciona con él.
La maestra aquí es la vacuna y el estudiante pícaro es la mutación E484K.
Cuando las vacunas que se utilizan en EE.UU. se pusieron a prueba el año pasado, tuvieron éxito y prácticamente lograron que el virus se sometiera. Pero desde entonces, partes del virus a veces se han intercambiado por nuevos trozos y, a veces, esos nuevos trozos no se comportan.
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Para probar estos nuevos trozos, los investigadores del Centro de Cáncer Fred Hutchinson en Seattle y otros lugares han analizado el plasma de pacientes que se recuperaron de covid-19 para ver si sus anticuerpos pueden combatir el E484K y otras mutaciones.
Lo que encontraron es que E484K desafía la capacidad de algunos anticuerpos para neutralizar el virus.
Si bien la atención se ha centrado en E484K, los científicos también están atentos a otras mutaciones en la variante.
El siguiente paso es probar estas mutaciones contra los anticuerpos creados por las vacunas; ese es el trabajo que los científicos están haciendo ahora y que esperan anunciar en las próximas semanas.
La ‘mutación escapista’ también se encuentra en una variante en Brasil
E484K no solo está en la variante que se encontró por primera vez en Sudáfrica, sino que también se encontró recientemente en una variante en Brasil.
Esa variante no se ha reportado en otros países. Pero según GISAID, una iniciativa de intercambio de datos independiente, la primera que se detectó en Sudáfrica (su nombre científico es 501Y.V2), ahora se ha rastreado en otros 12 países: el Reino Unido, Botswana, Francia, Australia, Alemania, Suiza, Japón, Suecia; Corea del Sur, Finlandia Irlanda y Países Bajos.
Pero incluso si E484K, sola o en combinación con otras mutaciones en la variante, termina siendo un problema, la variante probablemente no escapará a todos los anticuerpos producidos por las vacunas, considerando que las vacunas producen muchos anticuerpos.
La preocupación es mayor por lo que sucede cuando el virus muta una y otra vez.
No es que el coronavirus sea mute tan rápido; de hecho, Sigal, uno de los investigadores sudafricanos, lo llamó «lento». Es que el virus se está propagando tan rápidamente por todo el mundo, y cada vez que pasa de una persona a otra, tiene otra oportunidad de mutar.
«Esto crea más oportunidades para que el virus aprenda a ser resistente a la vacuna», dijo Paul Bieniasz, virólogo de la Universidad Rockefeller. «Es probable que, con el tiempo, disminuya la eficacia de la vacuna, pero no nos vamos a caer por un precipicio mañana».
No se esperaba tal mala conducta de un coronavirus, que siempre se ha considerado relativamente estable, dijo Sigal.
«Este virus realmente nos mostró que puede adaptarse y que podría escapar», dijo. «Simplemente se remonta a la primera regla de virología: no subestimes tu virus».