SpaceX lanza una misión para traer de regreso a los astronautas del Starliner, cuyo regreso ha sido largamente retrasado
Julia Hernández
(CNN) — Una misión de SpaceX destinada a unir a los astronautas del Boeing Starliner con la nave espacial que los traerá de regreso a casa ha despegado. Suni Williams y Butch Wilmore, de la NASA, han estado en la Estación Espacial Internacional más de 100 días más de lo esperado.
La misión de SpaceX, llamada Crew-9, despegó a la 1:17 p.m. ET de este sábado desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral en Florida.
La agencia espacial había retrasado previamente el intento de lanzamiento de este jueves, volviendo a colocar la nave espacial en su hangar mientras el huracán Helene amenazaba Florida y otras partes del sureste de Estados Unidos. Una vez pasado el peligro, los equipos de la misión reajustaron todo en la plataforma de lanzamiento.
A diferencia de otros viajes rutinarios que transportan astronautas hacia y desde la estación espacial bajo el Programa de Tripulación Comercial de la NASA, de los cuales SpaceX ya ha lanzado ocho, la etapa de ida de esta misión lleva solo a dos miembros de la tripulación en lugar de cuatro: el astronauta de la NASA Nick Hague y el cosmonauta de Roscosmos Aleksandr Gorbunov.
Otros dos asientos están vacíos, reservados para que Williams y Wilmore los ocupen en el vuelo de regreso de la nave espacial en 2025. La configuración es parte de un plan ad hoc que la NASA decidió implementar a fines de agosto después de que la agencia espacial considerara que era demasiado arriesgado que la cápsula Starliner regresara con la tripulación.
Williams y Wilmore viajaron en el Starliner a la Estación Espacial Internacional a principios de junio para lo que se esperaba que fuera un vuelo de prueba de aproximadamente una semana.
Al despegar, Hague y Gorbunov estaban atados dentro de la nave espacial Crew Dragon de SpaceX, apodada Freedom, mientras se encontraba sobre un cohete Falcon 9. El vehículo de lanzamiento cobró vida, activando nueve motores masivos que se encuentran en su base para impulsar el sistema de cohetes de 1,2 millones de libras (544.300 kilogramos) en el aire.
Después de aproximadamente 2 minutos y medio, la primera parte del cohete Falcon 9 dejó de disparar y se separó de la segunda parte del cohete. La segunda parte luego encendió su propio motor y continuó propulsando la cápsula Crew Dragon a más de 17.000 millas por hora (27.360 kilómetros por hora), o 22 veces la velocidad del sonido.
A medida que la tripulación alcanza velocidades más rápidas, la primera etapa del cohete se guiará de regreso y aterrizará en una plataforma en Florida para que SpaceX pueda reacondicionar y reutilizar el vehículo.
Una vez que la cápsula Crew Dragon alcance velocidades orbitales, la nave espacial se separará de la segunda etapa del Falcon 9 y comenzará a maniobrar en órbita por sí sola, utilizando propulsores a bordo para ajustar su posición gradualmente para poder acoplarse con la Estación Espacial Internacional, lo que se espera ocurra alrededor de las 5:30 p.m. ET del domingo.
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Un intercambio de tripulación “desgarrador”
Williams y Wilmore vieron el 6 de septiembre cómo su cápsula construida por Boeing regresaba de la estación sin ellos.
Los ingenieros habían trabajado durante meses para entender los problemas con las fugas de helio y los fallos de los propulsores que habían plagado el viaje del Starliner a la estación espacial, y la NASA finalmente declaró que existían demasiadas incertidumbres y riesgos como para confiar en el vehículo para transportar a la tripulación en su viaje de regreso. No está claro cuándo podría volver a volar el Starliner de Boeing.
La NASA sigue en la misma situación en la que se encuentra desde hace cuatro años, con SpaceX como único proveedor del Programa de Tripulación Comercial de la agencia espacial, que fue diseñado para ceder al sector privado la tarea de las rotaciones de la tripulación en la Estación Espacial Internacional. (Boeing y SpaceX obtuvieron sendos contratos en 2014, y SpaceX comenzó a volar en viajes rutinarios en 2020, mientras que Boeing ha luchado por impulsar el desarrollo del Starliner hasta la línea de meta).
Para llevar a Williams y Wilmore a casa, la NASA recurrió a SpaceX, optando por retirar a dos miembros previamente asignados de su equipo Crew-9 para hacer sitio a los pilotos de prueba del Starliner.
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La agencia espacial anunció a finales de agosto que las astronautas de la NASA Stephanie Wilson y Zena Cardman serían los miembros expulsados de la misión. Cardman tenía previsto realizar su primer viaje al espacio y se esperaba que fuera la comandante de la misión Crew-9.
Gorbunov, un cosmonauta ruso que obtuvo su asiento gracias a un acuerdo de transporte compartido firmado entre la NASA y la agencia espacial rusa Roscosmos, permaneció en la tripulación. Y Cardman cedió las funciones de comandante -el puesto más alto en un vuelo espacial- a Hague, que ya había sido nombrado piloto de la Tripulación-9.
“Entregar el timón a (Hague) es a la vez desgarrador y un honor. Nick y Alex son realmente un equipo excelente, y estarán listos para dar un paso adelante”, dijo Cardman en un post en la plataforma social X, antes Twitter, tras el anuncio.
“Solo desearía que (Wilson), Nick, Alex y yo pudiéramos volar juntos, pero elegimos sin dudarlo formar parte de algo mucho más grande que nosotros mismos”. Ad astra per aspera. Vamos Crew 9″.
Mientras tanto, Williams y Wilmore se integraron en la vida cotidiana de la estación espacial. El dúo pasó de un programa de misiones de prueba más ligero a asumir funciones como miembros de la tripulación a tiempo completo, con Williams asumiendo el papel de comandante en el laboratorio orbital.
Gorbunov y Hague se unirán a ellos tras el acoplamiento a la estación espacial, previsto para este domingo.
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Cuando se le preguntó si le costaba adaptarse a la perspectiva de esperar meses más para volver a casa, Wilmore dijo durante una rueda de prensa el 13 de septiembre desde la estación espacial: “No me voy a preocupar por ello. Quiero decir, no tiene ningún beneficio. Así que mi transición fue -quizá no fue instantánea- pero estuvo bastante cerca”.
Williams dijo que echaba de menos a su familia y que le decepcionaba perderse algunos acontecimientos familiares este otoño e invierno, pero añadió: “Este es mi lugar feliz. Me encanta estar aquí arriba en el espacio. Es divertido. Ya sabes, todos los días haces algo que es trabajo, entre comillas, puedes hacerlo al revés. Puedes hacerlo de lado, así que añade una perspectiva un poco diferente”.
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