Corea del Norte inaugura un nuevo distrito residencial de 10.000 viviendas
Por Oscar Holland y Will Ripley, CNN
Mientras Corea del Norte emerge lentamente de cinco años de aislamiento autoimpuesto por la pandemia, un nuevo y reluciente barrio de gran altura en la capital, Pyongyang, está tomando protagonismo.
Las fotos del complejo de 10.000 apartamentos, publicadas por la agencia de noticias estatal KCNA después de que el líder del país, Kim Jong Un, inspeccionara el sitio el sábado, muestran rascacielos residenciales que se extienden desde un amplio bulevar en el nuevo distrito, Hwasong.
El proyecto es parte de una importante campaña de construcción en la capital y en gran parte de esta nación autoritaria y aislada internacionalmente, destinada a mejorar los niveles de vida.
Las viviendas forman parte de un ambicioso plan quinquenal, anunciado en 2021, para construir 50.000 apartamentos adicionales en Pyongyang, donde la calidad de vida de los residentes es considerablemente mayor que en otras partes del empobrecido país.
Sin embargo, a pesar de las brillantes imágenes del nuevo horizonte de Pyongyang, vivir en rascacielos en Corea del Norte no es necesariamente un símbolo de lujo. Los frecuentes cortes de electricidad hacen que los ascensores de los edificios residenciales a menudo no funcionen, lo que dificulta la vida diaria de quienes viven en los pisos superiores. Como resultado, a los residentes más jóvenes se les suelen asignar apartamentos en pisos superiores, mientras que a los mayores se les traslada a pisos inferiores para minimizar el esfuerzo físico de subir escaleras, como lo atestiguó CNN durante múltiples visitas al país.
La escasez de viviendas sigue siendo un desafío importante para Corea del Norte, que también lidia con una economía tambaleante, el aumento repentino de los precios de las materias primas y la persistente inseguridad alimentaria. Un estudio de 2021 realizado por investigadores del Instituto de Ingeniería Civil y Tecnología de la Construcción de Corea del Sur sugirió que el país solo tiene suficientes viviendas para albergar entre el 70% y el 80% de sus hogares. Fuera de la capital, muchas viviendas están deterioradas y carecen de acceso constante a electricidad, agua potable y alcantarillado.
El nuevo barrio cuenta con numerosas torres altas, dos de las cuales están conectadas por un imponente puente colgante, así como instalaciones educativas, comerciales y de servicios, de acuerdo con medios estatales. KCNA afirmó que Kim participó activamente en el diseño y dirigió con energía la elaboración del plan de construcción.
La visita de Kim se produce antes de la ceremonia de inauguración oficial el 15 de abril, uno de los días festivos más importantes del país, que celebra el cumpleaños de su abuelo, el difunto fundador de Corea del Norte, Kim Il Sung.
La inauguración completará la tercera etapa de construcción en Hwasong, una zona descrita por los medios estatales como un “hermoso y moderno barrio urbano” que significa “una nueva era de prosperidad” para Pyongyang.
Pyongyang ha estado prácticamente cerrada a los visitantes desde que Corea del Norte cerró sus fronteras en respuesta a la pandemia de covid-19 hace más de cinco años. Un pequeño número de turistas rusos visitó la ciudad en 2024, aunque la capital estuvo prohibida para el grupo turístico internacional que entró al país el mes pasado, antes de que se suspendieran nuevamente los viajes. A este último grupo solo se le permitió visitar Rason, una zona económica especial cerca de la frontera del país con China y Rusia.
Hwasong es el último de una serie de desarrollos urbanos recientes en Pyongyang, ciudad conocida por su arquitectura de estilo soviético en tonos pastel. Otros grandes proyectos residenciales se han construido en torno a las calles Mirae Scientists y Songhwa, donde se construyó en 2022 el segundo edificio más alto del país, la Torre Principal de Songhwa.
Corea del Norte también está expandiendo la vivienda más allá de Pyongyang, construyendo miles de viviendas en pueblos mineros y zonas rurales. Si bien estos proyectos buscan modernizar el país, dependen de soldados y trabajadores civiles que trabajan en duras condiciones y con bajos salarios.
La vivienda es asignada por el Gobierno, dando prioridad a quienes se consideran más leales a la familia gobernante Kim y a las personas que trabajan en sectores considerados más valiosos para la nación, como científicos e ingenieros.
Los medios estatales ya se han jactado del ritmo de construcción en la capital, llamándolo “velocidad Pyongyang”. Las autoridades afirman haber completado la estructura de un rascacielos de 70 pisos en la ciudad nueva de Ryomyong en tan solo 74 días.
No obstante, los expertos han expresado su preocupación por la calidad de los materiales de construcción y la mano de obra en los proyectos de edificación del país, especialmente después de que un edificio de apartamentos en Pyongyang, que podría haber albergado a decenas de familias, se derrumbara en 2014. Los medios estatales atribuyeron el desastre, para el que no se reveló un recuento oficial de muertos, a una “construcción descuidada” y a una “supervisión irresponsable de los funcionarios”.
Las Fuerzas Armadas norcoreanas, que desempeñan un papel fundamental en los proyectos de construcción del país, probablemente han sido fundamentales para la finalización del nuevo distrito, al igual que en anteriores proyectos a gran escala. Hay más de un millón de efectivos en servicio activo y el reclutamiento es obligatorio. La mayoría de los hombres deben servir durante al menos diez años, a partir de los 17 años, a menudo sin ningún contacto con sus familias. Incluso después de servir, siguen formando parte de una fuerza paramilitar civil, que se cifra en millones.
Kim ha señalado recientemente que los planes de construcción de su Gobierno ahora se extienden más allá de los objetivos quinquenales anunciados en 2021. El mes pasado, dijo que los barrios “deteriorados y viejos” de la capital también serán remodelados en un futuro próximo.
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Yoonjung Seo, de CNN, contribuyó a este informe.
