Trump quiere una “Cúpula Dorada” capaz de defender a todo EE.UU.: “Estratégicamente, no tiene ningún sentido”

Por Zachary Cohen y Oren Liebermann, CNN

Funcionarios militares estadounidenses están intentando desarrollar una “Cupula Dorada”, un sistema de defensa que pueda proteger al país de ataques con misiles de largo alcance, y la Casa Blanca les ha dicho que no se escatimarán gastos para cumplir con una de las principales prioridades del Pentágono del presidente Donald Trump, según múltiples fuentes familiarizadas con el asunto.

“Cúpula Dorada” es el intento de la administración Trump de renombrar los difusos planes para desarrollar un sistema de defensa antimisiles similar a la “Cúpula de Hierro” de Israel.

En un momento en que el Pentágono está tratando de recortar presupuestos, la administración Trump ha ordenado a los funcionarios militares garantizar que la financiación futura de la “Cupula Dorada” esté reflejada en las nuevas estimaciones presupuestarias para 2026 a 2030, pero el sistema en sí sigue sin definirse más allá de un nombre, dijeron las fuentes.

“Ahora mismo, Cúpula Dorada es en realidad una idea”, dijo una fuente familiarizada con las discusiones internas sobre el proyecto, añadiendo que puede haber tecnología en desarrollo que, si alguna vez se amplía, podría aplicarse al sistema, pero por ahora las discusiones son puramente conceptuales.

Eso hace que sea casi imposible proyectar los costos futuros, añadió la fuente, aunque probablemente su construcción y mantenimiento costarían miles de millones de dólares.

Trump ha insistido repetidamente en que EE.UU. necesita un programa de defensa antimisiles similar a la “Cúpula de Hierro” de Israel, pero los sistemas están a años luz de distancia. En términos prácticos, la comparación no es tanto comparar manzanas con naranjas, sino mas bien comparar manzanas con portaaviones.

El sistema israelí de defensa antimisiles “Cúpula de Hierro” protege selectivamente zonas pobladas de amenazas de corto alcance en un país del tamaño de Nueva Jersey; Trump quiere un sistema de defensa antimisiles basado en el espacio capaz de defender a todo Estados Unidos de misiles balísticos e hipersónicos avanzados.

Por un lado, “Israel es diminuto”, dijo la fuente familiarizada con las discusiones internas en curso sobre el proyecto de la “Cúpula Dorada”. “Así que es 100% factible cubrir Israel de cosas como radares y una combinación de interceptores móviles y fijos”.

“¿Cómo vas a hacer eso en Estados Unidos? No puedes hacerlo solo en las fronteras y la costa, porque los misiles balísticos intercontinentales, pueden volver a entrar en la atmósfera sobre Kansas”.

Aun así, Trump emitió un decreto durante su primera semana en el cargo en el que ordenaba al secretario de Defensa, Pete Hegseth, que presentara un plan para desarrollar e implementar el escudo antimisiles de nueva generación antes del 28 de marzo.

Y un alto funcionario del Pentágono insistió a principios de esta semana en que el trabajo está en marcha.

“En consonancia con la protección de la patria y según (el decreto de) el presidente Trump, estamos trabajando con la base industrial y (a través de) los desafíos de la cadena de suministro asociados con la puesta en marcha de la Cúpula Dorada”, dijo esta semana Steven J. Morani, que actualmente desempeña las funciones de subsecretario de Defensa para Adquisiciones y Sostenimiento, en la Conferencia McAleese de Programas de Defensa en Washington.

Al mismo tiempo, los funcionarios del Pentágono han estado reajustando la propuesta de presupuesto del Departamento de Defensa para 2026 para cumplir con las prioridades de Hegseth, que se esbozaron en un memorando entregado a los altos mandos la semana pasada, y que representa una importante revisión de los objetivos estratégicos del ejército, según una copia obtenida por CNN.

El memorando dirige específicamente a los líderes del Pentágono a centrarse en el fortalecimiento de la defensa antimisiles de la patria estadounidense a través de la “Cúpula Dorada” de Trump.

“Hay un riguroso proceso analítico en marcha echando reevaluando el presupuesto”, añadió Morani. “Esta es una práctica estándar para cualquier nueva administración que asume el cargo”.

Pero sigue sin estar claro cuánto dinero solicitará el Pentágono para la “Cúpula Dorada” de Trump en su propuesta de presupuesto o cómo los funcionarios determinarán la cantidad de fondos que se requieren.

El contralmirante retirado Mark Montgomery cree que crear un sistema de defensa contra misiles balísticos puede ser posible en 7 a 10 años, pero incluso entonces, tendrá severas limitaciones, potencialmente capaz de proteger solo edificios federales críticos y ciudades importantes.

“Cuanto más se acerque al 100%, más caro resultará”, afirma Montgomery, director del Centro de Innovación Cibernética y Tecnológica de la Fundación para la Defensa de las Democracias.

Un sistema integral requeriría diferentes conjuntos de satélites para la comunicación, la detección de misiles entrantes y el lanzamiento de interceptores, explicó Montgomery a CNN. Estos tipos de sistemas son proyectos a largo plazo, dijo, que requieren que las defensas existentes cubran el vacío mientras tanto.

“Hay que ser responsables”, dijo Montgomery. “No vas a poder defenderlo todo con estos misiles terrestres. Defienden un círculo a su alrededor, pero no es grande”.

Los fabricantes de armas estadounidenses ya están viendo signos de dólar. La Agencia de Defensa de Misiles celebró a mediados de febrero un Día de la Industria para solicitar ofertas de empresas interesadas en ayudar a planificar y construir la “Cúpula Dorada”.

La agencia recibió más de 360 resúmenes secretos y no clasificados sobre ideas para planificar y ejecutar el sistema.

Lockheed Martin ha ido un paso más allá, creando un sitio web pulido para la “Cúpula Dorada” afirmando que el mayor contratista de defensa del mundo tiene las “capacidades probadas y comprobadas en misiones y el historial de integración para dar vida a este esfuerzo”.

En la década de 1980, el presidente Ronald Reagan anunció la Iniciativa de Defensa Estratégica para crear una defensa basada en el espacio contra misiles nucleares balísticos. El sistema recibió el irrisorio apodo de “Guerra de las Galaxias” y consumió decenas de miles de millones de dólares antes de ser finalmente cancelado, al enfrentarse a obstáculos técnicos y económicos insalvables.

Laura Grego, directora de investigación del Programa de Seguridad Global de la Unión de Científicos Preocupados, afirma que siguen existiendo los mismos retos y que se conocen desde hace años.

“Hace tiempo que se sabe que defenderse de un arsenal nuclear sofisticado es técnica y económicamente inviable”, declaró Grego a CNN.

La actual defensa contra misiles balísticos de Estados Unidos está diseñada para frustrar un pequeño número de misiles de un Estado rebelde como Corea del Norte o Irán. El sistema se basa en el Ground-based Midcourse Defense (GMD), que ha fallado en casi la mitad de sus pruebas, según la Asociación de Control de Armas, por lo que es incapaz de detener un ataque importante de Rusia o China.

Pero en su decreto, Trump pedía un sistema mucho más complejo y robusto: interceptores espaciales capaces de derribar un objetivo instantes después de su lanzamiento.

Un sistema así requeriría miles de interceptores en órbita terrestre baja para interceptar incluso un solo lanzamiento de misil norcoreano, según la Sociedad Estadounidense de Física (APS, por sus siglas en inglés), que lleva años estudiando la viabilidad de las defensas contra misiles balísticos. Un solo interceptor en órbita casi nunca está en el lugar y el momento adecuados para interceptar rápidamente el lanzamiento de un misil balístico, por lo que se necesitan exponencialmente más para garantizar una cobertura adecuada.

“Estimamos que se necesitaría una constelación de unos 16.000 interceptores para intentar contrarrestar una salva rápida de diez misiles balísticos intercontinentales de propulsante sólido como el Hwasong-18 (norcoreano)”, escribió la APS en un estudio a principios de este mes.

Incluso entonces, Grego afirma que un sistema de defensa antimisiles basado en el espacio es vulnerable a los ataques enemigos antisatélite desde sistemas terrestres mucho menos costosos.

“La debilidad más crítica de un sistema como éste es su fragilidad, su vulnerabilidad a los ataques”, añadió Grego.

En el mar Rojo, Estados Unidos ha disparado decenas de misiles interceptores de varios millones de dólares contra drones y misiles hutíes que cuestan una fracción de su precio. El desequilibrio fiscal empeora mucho cuando el sistema está en el espacio, según John Tierney, exrepresentante demócrata que organizó durante años audiencias sobre la defensa contra misiles balísticos.

“Es un chiste. Es básicamente una estafa”, dijo Tierney sin rodeos. Ahora director ejecutivo del Center for Arms Control & Non-Proliferation, Tierney criticó a Trump por estar “dispuesto a tirar miles y miles y miles de millones de dólares en algo que no funcionará”.

Mientras Estados Unidos invierte dinero en la investigación y el desarrollo de la “Cúpula Dorada”, funcionarios actuales y anteriores dicen que los adversarios de Estados Unidos probablemente ampliarán su propio arsenal de misiles balísticos en un esfuerzo por mantenerse a la vanguardia.

Pero como los misiles balísticos ofensivos son mucho menos caros que los interceptores necesarios para detenerlos, Tierney afirma que el sistema se convierte rápidamente en inviable desde el punto de vista financiero.

Militares estadounidenses también están evaluando cómo la “Cúpula Dorada” podría perturbar la actual estabilidad que proporciona la disuasión nuclear, según la fuente familiarizada con las discusiones internas de planificación relacionadas con el proyecto.

En la actualidad, la principal disuasión de EE.UU. contra otro país que lance un ataque nuclear preventivo es su segundo ataque de supervivencia, o la capacidad de tomar represalias incluso después de soportar un ataque nuclear inicial, dijo la fuente.

“Si implementas algo que tus adversarios armados nuclearmente creen que es una contramedida fiable que simplemente anula su arsenal nuclear, ahora has acabado con la estabilidad disuasoria, porque has mejorado la facilidad con la que Estados Unidos les envía un ataque nuclear con impunidad”, añadió la fuente. “Y entonces tienes que preguntarte, bueno, ¿cuánto confiamos en que Estados Unidos no lo haga?”.

“Si soy China, si soy Rusia, mi confianza es cada vez menor en que Estados Unidos no nos atacará con un misil nuclear en una crisis”, según la misma fuente.

“Estratégicamente, no tiene sentido. Técnicamente, no tiene sentido. Económicamente no tiene sentido”, añadió Tierney.

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