Hyundai anuncia una inversión de US$ 20.000 millones en Estados Unidos
Por Jordan Valinsky, Alejandra Jaramillo y Ramishah Maruf, CNN
Hyundai, con sede en Corea del Sur, y el presidente Donald Trump anunciaron este lunes en la Casa Blanca una inversión de US$ 20.000 millones en relocalización de empresas en Estados Unidos, que incluye una planta de acero de US$ 5.000 millones en Luisiana.
La planta de Luisiana, con un presupuesto de US$ 5.800 millones, será la primera planta de acero de los fabricantes de automóviles en Estados Unidos. Producirá más de 2,7 millones de toneladas métricas de acero al año y creará más de 1.400 empleos. Suministrará acero a plantas automotrices en Alabama y Georgia, según declaró Trump en la Casa Blanca.
El anuncio de esta tarde en la Casa Blanca incluyó a Trump, al presidente de Hyundai, Euisun Chung, y al gobernador de Luisiana, Jeff Landry.
Chung dijo que fue la mayor inversión de la compañía en Estados Unidos hasta la fecha.
“Más inversiones, más empleos y más dinero en los bolsillos de los estadounidenses trabajadores, todo gracias a las políticas económicas del presidente Trump”, escribió la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en redes sociales.
CNBC fue el primero en informar sobre el anuncio. Hyundai no respondió de inmediato a la solicitud de comentarios de CNN.
“Esta inversión es una clara demostración de que los aranceles funcionan muy bien”, dijo Trump el lunes por la tarde.
Chung afirmó que la decisión de abrir la planta en la zona de Savannah, Georgia, “se tomó durante mi reunión con el presidente Trump en Seúl en 2019”. Este proyecto “coincide con el inicio del segundo mandato del presidente Trump, lo que hace que este momento sea aún más especial”.
Las publicaciones comerciales informaron a principios de enero que Hyundai estaba considerando construir una planta de acero en Estados Unidos antes del segundo mandato de Trump, buscando reducir sus propios costos de producción y preparándose para sus políticas económicas proteccionistas.
Trump ya ha promulgado aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio, así como gravámenes a los automóviles procedentes de Asia y Europa que entrarán en vigor el próximo mes. El objetivo es fabricar más automóviles en Estados Unidos; sin embargo, no es tan sencillo.
Por ejemplo, Stellantis, que fabrica automóviles en Norteamérica bajo las marcas Jeep, Ram, Dodge y Chrysler, acordó reabrir una planta cerrada en Illinois como parte de un acuerdo para poner fin a una huelga de 2023 del sindicato United Auto Workers.
Volvió a mencionar esos planes de reapertura en enero, poco después de que Trump asumiera el cargo, para asegurarle que aumentarían la producción de automóviles estadounidenses. Sin embargo, esa planta no reabrirá hasta 2027.
Y a pesar del argumento de Trump de que sus amenazas arancelarias son necesarias para “salvar” la industria automotriz estadounidense, las fábricas estadounidenses ya producen la mayor parte de la producción automotriz de Norteamérica.
Según datos de S&P Global Mobility, el año pasado se fabricaron 10,2 millones de automóviles en plantas de ensamblaje estadounidenses, en comparación con 4 millones en fábricas mexicanas y 1,3 millones en Canadá. Hay aproximadamente un millón de trabajadores en fábricas estadounidenses que producen automóviles, camiones y autopartes.
El anuncio de Hyundai se produce antes del 2 de abril, cuando podrían aplicarse aranceles aún más drásticos, dirigidos a países con un gran superávit comercial como Corea del Sur. Trump está fomentando la inversión en la industria manufacturera estadounidense, con anuncios similares de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company y SoftBank de Japón.
Apple anunció el mes pasado que invertiría US$ 500.000 millones para ampliar sus instalaciones, fabricación y proyectos en Estados Unidos durante los próximos cuatro años. El anuncio parecía tener como objetivo ayudar a la compañía a evitar nuevos aranceles sobre los productos importados de China, aunque es probable que algunas de las inversiones ya estuvieran en marcha.
Oracle, OpenAI y SoftBank también anunciaron en enero que se unirían para crear una nueva empresa, llamada Stargate, con el objetivo de desarrollar infraestructura de inteligencia artificial en Estados Unidos. Juntas, las compañías planean invertir US$ 500.000 millones en el proyecto en los próximos años.
Los nuevos presidentes y los presidentes electos a menudo han hecho anuncios conjuntos con empresas sobre inversiones masivas en Estados Unidos para promover la manufactura estadounidense. Sin embargo, su historial de éxito es desigual.
Trump y Foxconn anunciaron en 2017 una fábrica de productos electrónicos de US$ 10.000 millones en Wisconsin, que se esperaba que creara 13.000 empleos. Sin embargo, la empresa finalmente abandonó la mayoría de sus planes para la instalación y los productos de alta tecnología que debía fabricar. En 2021, la empresa anunció que invertiría solo US$ 672 millones en un acuerdo revisado que crearía menos de 1.500 empleos.
Chris Isidore y Claire Duffy de CNN contribuyeron a este informe.
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