Cuánto le cuestan el crimen y la violencia a los países de América Latina y el Caribe, según datos del BID
Por Anabella González, CNN en Español
12 veces el presupuesto para investigación y desarrollo, el doble del presupuesto para asistencia pública y el 78% del presupuesto para educación, a eso equivale el costo que significan para América Latina y el Caribe el crimen y la violencia, según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
“Es abrumador: se pierde el 3,4 % del PIB cada año. Más de lo que muchos de nuestros países invierten en educación o infraestructura”, dijo el martes Ilan Goldfajn, presidente del BID, en la apertura de la Cumbre Regional de Seguridad y Justicia, que se llevó a cabo en la ciudad de Buenos Aires, Argentina
Los países de la región pierden esta cantidad de recursos en costos directos –definidos por el BID como el conjunto de gastos y pérdidas tangibles– asociados al crimen, de acuerdo con el reporte publicado en noviembre de 2024 y confecconado en base a datos de 2022.
El crimen y la violencia son un obstáculo para el desarrollo sostenible y el crecimiento económico en América Latina y el Caribe, plantea el BID, que estima además que el costo promedio del crimen para estos países equivale al 78 % del presupuesto público para educación.
El crimen organizado es uno de los desafíos más urgentes que tiene la región, señaló Goldfajn: mientras que América Latina y el Caribe representan solo el 8 % de la población mundial, concentran un tercio de todos los homicidios.
La región tiene una tasa de homicidios tres veces superior al promedio mundial, de acuerdo con datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés). Y la mitad de la tasa de homicidios de la región está vinculada al crimen organizado, agregó el presidente del BID.
El reporte de datos más reciente del BID analizó datos de los 22 países que integran la Alianza para la Seguridad, la Justicia y el Desarrollo: Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Bahamas, Barbados, Jamaica, República Dominicana, Trinidad y Tobago, Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, México y Panamá.
En conjunto, estos países representan el 90 % de la población de la región y el 95 % del PIB de la región de América Latina y el Caribe.
Los umbrales de costo más alto respecto al crimen y la violencia están en países que se encuentran en el Caribe y en Centroamérica, según los datos. Jamaica y Trinidad y Tobago son los países que exhiben los costos directos más elevados, con niveles de alrededor del 5 % del PIB en 2022, respectivamente.
Chile y República Dominicana por su parte muestran los más bajos, con niveles por debajo del 2,5 % del PIB en 2022.
Estos datos “se pueden desagregar en el gasto de las empresas privadas, en el gasto público en prevención y en el gasto de respuesta” al crimen y al delito en su totalidad, explica a CNN Eduardo Vergara, jefe de la División de Seguridad Ciudadana del BID.
Vergara destaca que sin dudas “la diversidad de la criminalidad organizada ha generado la presencia y movimiento de nuevas formas criminales” en la región, pero remarca que cada país tiene necesidades diferentes en relación con la violencia y la seguridad.
Los países que tuvieron cambios más pronunciados en los costos entre 2014 y 2022 son Honduras (pasó del 7,42 % a 4,6 % del PIB) y El Salvador (de 6,37 % a 3,92 %), de acuerdo con el análisis del BID.
En el encuentro regional en Buenos Aires, del que participaron ministros de Justicia y Seguridad de los países que integran la Alianza, las autoridades del BID anunciaron una ampliación del financiamiento para los próximos tres años de un total de US$ 2.500 millones en operaciones en la división de seguridad.
La comparación con países de otras regiones sirve para dimensionar el panorama, pero el parámetro que utiliza el BID como objetivo son los países dentro de la misma región que tienen los umbrales de gasto más bajos, señala Vergara. Eso se transforma es una meta de trabajo interna a la que apuntar, teniendo en cuenta “las realidades particulares y los esfuerzos de cada país”.
El Banco Interamericano de Desarrollo analizó datos para seis países de Europa: Holanda, Irlanda, Polonia, Portugal, República Checa y Suecia con la misma metodología, y señala que los costos directos del crimen y la violencia en estos seis países van de 1,5 % a 2,7 % del PIB.
Suecia registra un costo del 1,5 %, seguido por Holanda (1,7 %) y Portugal (1,8 %). El promedio se ubica en un 2 % del PIB, un 42 % menos que en América Latina y el Caribe.
“Si nos comparamos con los umbrales de gasto de otros países o países europeos, estamos hablando de realidades fundamentalmente distintas”, dice el jefe de la División de Seguridad Ciudadana. Agrega que en la región no hay soluciones ni modelos únicos: cada país tiene una identidad particular con desafíos económicos, sociales y culturales diversos.
En ese contexto, agrega que lograr una reducción en el costo del crimen hasta llegar al umbral de los países de América Latina y el Caribe con menor gasto, parece una meta posible: “Con el esfuerzo y la coordinación necesaria, de este 3,4 % se podría bajar al menos significativamente un 1 %”, afirma Vergara.
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