La enfermedad de Chagas llegó para quedarse en EE.UU., dicen expertos. Esta es la razón de su propagación
Por Jen Christensen, CNN
La enfermedad de Chagas, una afección potencialmente mortal causada por un parásito transmitido por insectos llamados chinches, debe considerarse ahora endémica en Estados Unidos, según expertos. Y advierten que, sin el reconocimiento de que está presente de forma constante en algunas zonas del país, más personas sufrirán innecesariamente.
Un informe sobre el tema fue publicado la semana pasada en la revista Emerging Infectious Diseases de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés), y los autores dicen esperar que la creciente atención mundial sobre este trabajo haga que la enfermedad de Chagas reciba en EE.UU. la vigilancia, la prevención, las pruebas y la financiación para investigación que merece.
“Hemos estado esperando desde siempre; todos los que trabajamos con Chagas hemos estado esperando que la gente reconozca que esta enfermedad está en nuestras comunidades”, dijo el doctor Norman Beatty, coautor del informe y profesor clínico asociado en la División de Enfermedades Infecciosas y Medicina Global de la Facultad de Medicina de la Universidad de Florida, quien ha estudiado la enfermedad durante la última década.
La Organización Mundial de la Salud clasifica al Chagas como una enfermedad tropical desatendida, y la Organización Panamericana de la Salud afirma que es endémica —con presencia constante o prevalencia habitual— en otros 21 países de América, sin incluir a Estados Unidos. El Chagas es una de las principales causas de enfermedades cardíacas en América Latina y provoca más discapacidad que otras infecciones transmitidas por insectos, incluso más que la malaria y el zika, según estudios.
El Chagas se transmite principalmente cuando las chinches pican a una persona mientras duerme. El insecto defeca en la picadura o en el rostro de la persona, y esta, sin darse cuenta, introduce las heces en los ojos, la nariz o la boca. Las heces pueden contener el parásitoTrypanosoma cruzi, causante de la enfermedad.
El Chagas también puede propagarse a través de alimentos o sangre contaminados, trasplantes de órganos y durante el embarazo.
Los síntomas iniciales pueden incluir fiebre, dolores corporales, dolor de cabeza, erupción, vómito y cansancio. Pueden durar semanas o incluso meses después de la infección inicial.
Según los CDC, entre 20 % y 30 % de las personas infectadas desarrollan problemas más graves como trastornos digestivos y neurológicos a largo plazo, insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular o muerte.
Si se detecta a tiempo, la enfermedad puede curarse con benznidazol o nifurtimox, fármacos que eliminan el parásito. Pero los medicamentos se vuelven menos eficaces cuanto más tiempo pasa la persona infectada, y la mayoría desconoce que tiene la enfermedad. Muchos médicos en EE.UU. no piensan en buscarla en sus pacientes, señaló el nuevo informe.
De hecho, algunos descubren que están infectados cuando donan sangre, ya que desde 2007 se analiza el suministro de sangre en EE.UU. para detectar Chagas.
La vigilancia es limitada, pero los CDC estiman que unas 280.000 personas tienen Chagas en Estados Unidos en un momento dado. No está claro cuántas presentan la forma más grave ni cuántas mueren al año por la enfermedad.
Los científicos han identificado chinches en 32 estados, según el informe. El insecto hematófago vive principalmente en los estados del sur, pero con el cambio climático generando temperaturas más favorables, es probable que se haya extendido más al norte.
Se han encontrado mamíferos infectados en al menos 17 estados, incluidos zarigüeyas de Virginia, mapaches, armadillos, zorrillos rayados, coyotes y ratas de monte, de acuerdo con el reporte. Veterinarios también han detectado infecciones en animales de zoológico y mascotas, incluidos gatos, perros e incluso un caballo.
Se han registrado casos en humanos en ocho estados: Arkansas, Arizona, California, Louisiana, Misisipi, Misuri, Tennessee y Texas. Probablemente haya más, señala el informe, pero en la mayoría de los estados los médicos no están obligados a reportar las infecciones por Chagas.
Sería un hecho “trascendental” que el Chagas se declarara endémico en EE.UU., dijo el doctor Mario J. Grijalva, director del Instituto de Enfermedades Infecciosas y Tropicales y profesor del Departamento de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Ohio.
“Cuando lo consideras un problema que pertenece a otros, no es importante. Pero cuando es un problema que afecta a personas aquí, el reconocimiento de que es una enfermedad endémica en Estados Unidos cambia las reglas del juego, al menos en términos de las posibilidades de política pública y de la conciencia necesaria para abordar adecuadamente este asunto tan complejo”, afirmó.
Grijalva sabe de primera mano la diferencia que puede marcar la conciencia pública y una campaña de salud organizada. Pasó su último año sabático recorriendo en motocicleta América Latina para difundir información sobre la enfermedad, después de hacer un viaje similar en EE.UU.
En países como Ecuador y Perú, donde el Chagas es endémico pero no hay esfuerzos gubernamentales concertados para manejarlo, la mayoría de la gente desconocía la enfermedad, dijo Grijalva. Pero en Chile, Bolivia y Argentina —todos con sólidas campañas de salud pública y concientización— las personas con las que habló sabían del Chagas y muchos casos estaban bien tratados.
“Ha habido mucho esfuerzo para combatir esto en esos países”, señaló. “Se puede combatir, y hay muchos éxitos”.
Beatty espera que un reconocimiento más amplio del Chagas en EE.UU. motive a las autoridades a reforzar la vigilancia, como ha visto en otros países. También espera que los proveedores de salud aprendan a reconocer los casos más pronto y que el país trabaje en proteger a las personas de las chinches como lo hace con los mosquitos.
“Tenemos programas de control de mosquitos en todo el país, pero básicamente no estamos haciendo nada con las chinches”, dijo.
Mientras tanto, señaló, las personas que quieran mantener alejados a estos insectos pueden sellar mejor sus casas, usar mosquiteros en las ventanas y aplicar insecticidas. Sin embargo, no ha encontrado un producto aprobado específicamente para atacar a las chinches en EE.UU.
En Florida, donde trabaja y donde alrededor del 30 % de estos insectos parecen portar el parásito, Beatty comentó que a menudo la gente le envía fotos de chinches o incluso los lleva directamente a su hospital para analizarlos.
“Tienen miedo”, dijo. “Y con razón”.
Beatty aseguró que intenta ayudar a su comunidad lo mejor que puede. “No hay otro médico por aquí caminando con bichos en los bolsillos”, comentó. Pero con más conciencia, espera que otros también se sumen.
“Soy solo una persona”, afirmó. “Es un equipo pequeño y tenemos recursos limitados”.
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