Las ventas de armas de Israel siguen en auge. Pero la presión por su guerra en Gaza está teniendo un precio
Por Nic Robertson y Florence Davey-Attlee, CNN
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, está preparando a su nación para, en sus propias palabras, una “especie de aislamiento” que podría durar años.
Por primera vez, el líder, habitualmente intransigente, admitió la semana pasada que la indignación internacional por la forma en que Israel libra la guerra en Gaza está convirtiendo a Israel en un posible paria. Aunque posteriormente se retractó de su sombrío pronóstico, Netanyahu subrayó una realidad: el lugar de Israel en el escenario mundial está cambiando.
Con motivo de la celebración de la Asamblea General anual de las Naciones Unidas en Nueva York, aliados como el Reino Unido, Australia y Canadá han reconocido un Estado palestino.
Esta medida refleja su exasperación con el líder israelí y un momento potencialmente crucial para Israel.
Netanyahu, por su parte, insta a los fabricantes de armas israelíes a intensificar su preparación. “Necesitaremos fortalecer nuestras industrias armamentísticas independientes para lograr independencia en materia de municiones, una economía industrial de defensa y la capacidad industrial para producirlas”, declaró el lunes pasado en una conferencia del Ministerio de Hacienda.
Israel y sus fabricantes de armas han sido considerados durante mucho tiempo productores de tecnología armamentística de vanguardia, y estas armas se han vendido a países de todo el mundo. Sin embargo, a medida que aumentan las críticas internacionales sobre la guerra en Gaza, Israel corre el riesgo de perder su posición en algunos de esos mercados.
España, tras meses de señales, anuló la semana pasada pedidos de armas de combate por valor de cientos de millones de dólares fabricados por empresas israelíes. El primer ministro, Pedro Sánchez, quien reconoció formalmente el Estado palestino en mayo de 2024, calificó la guerra de Israel en Gaza de “barbarie” y ha pedido medidas más punitivas contra Israel, incluyendo su exclusión de las competiciones deportivas internacionales y del Festival de Eurovisión.
Oded Yaron, reportero de industrias armamentísticas y tecnología del periódico israelí de izquierdas Haaretz, ha advertido que Israel no puede permitirse que otros sigan el ejemplo de Sánchez. “No tenemos la economía para sostenerlo; si no le vendemos a otros países, inevitablemente dañará la defensa de Israel”, declaró a CNN.
Por ahora, Netanyahu parece tener el tiempo a su favor. El Ministerio de Defensa israelí reportó US$ 14.700 millones en exportaciones en 2024, un aumento del 13 % con respecto al año anterior, con más de la mitad de sus acuerdos de defensa realizados con países europeos.
Las ventas multimillonarias de la industria armamentística israelí están en un nivel récord, en parte, según Yaron, porque su armamento es conocido por estar “probado en combate, comprobado en combate, y la gente lo necesita”.
Los últimos dos años de guerra de Israel en Gaza, así como las operaciones en Líbano, Irán y Yemen, han ayudado a consolidar la posición del país como proveedor líder mundial de armas. El interceptor de misiles Arrow, construído por el fabricante de armas israelí Israel Aerospace Industries (IAI), interceptó con éxito misiles balísticos iraníes a gran altitud durante el conflicto de 12 días del verano.
El blindaje reactivo de fabricación israelí, utilizado habitualmente en los tanques y vehículos de combate de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dentro de Gaza, también ha demostrado su eficacia. El F-35I-Adir, la variante israelí del F-35 de origen estadounidense, también está llamando la atención sobre las “mejoras” de diseño israelí.
En una de las ferias de armas más grandes del mundo, celebrada en Londres a principios de este mes, un equipo de CNN presenció a multitudes de clientes interesados haciendo fila para hablar con los equipos de ventas de algunos de los mayores contratistas de defensa de Israel (Elbit Systems, IAI y Rafael), así como con algunos fabricantes de armas israelíes más pequeños.
Un vendedor de la feria Defense and Security Equipment International (DSEI) declaró a CNN que el negocio estaba en auge porque a los clientes “les gusta la forma en que Israel protege a su pueblo” y los compradores “quieren ese armamento probado en combate”.
Sin embargo, Yaron advierte que este auge podría estar disminuyendo a medida que aumenta la presión política, afirmando que “a medida que la guerra en Gaza se prolonga, se convierte en un problema cada vez mayor”.
A las afueras de la feria de armas de Londres, decenas de manifestantes propalestinos, entre ellos una enfermera que ha estado en Gaza varias veces durante la guerra, protestaron contra la exposición y lo que denunciaron como la “complicidad del Reino Unido en el genocidio” al permitir que empresas israelíes expusieran allí.
Los potenciales compradores de armas entraron al recinto tras filas de policías preparados para antidisturbios, mientras los manifestantes los llamaban “asesinos de bebés” y “asesinos”, con las manos manchadas de sangre.
El gobierno británico también ha recibido fuertes críticas desde sus propias filas por este asunto.
Dentro del parlamento, más de dos docenas de legisladores, muchos de ellos del gobernante Partido Laborista, firmaron una moción a principios de este mes instando al gobierno a descartar la adjudicación de cualquier contrato a Elbit Systems UK, que actualmente compite por un contrato de formación de 15 años por 2.000 millones de libras (aproximadamente US$ 2.700 millones) con el Ministerio de Defensa del Reino Unido.
El principal promotor de la moción, el legislador independiente Brian Leishman, afirma que la participación de Elbit en el programa israelí de aviones de combate F-35 vincula a la compañía con la “muerte en toda Gaza”, lo que, según él, conlleva “consecuencias reputacionales, legales y morales globales” para el gobierno británico.
El año pasado, el gobierno británico suspendió alrededor de 30 exportaciones de armas a Israel, pero eximió los componentes para los aviones F-35.
Israel posee 45 F-35 y ha encargado 36 más, según la Campaña Contra el Comercio de Armas (CAAT). El F-35 se ha utilizado para lanzar bombas de 900 kilos sobre Gaza, incluyendo una zona humanitaria designada por Israel en Al-Mawasi, según el medio de comunicación danés Information y la ONG danesa Danwatch. El ejército israelí tenía como objetivo al escurridizo jefe militar de Hamas, Mohammed Deif.
La moción de Leishman es la punta de un iceberg político contra la guerra, ahora impulsado aún más por jóvenes activistas y jubilados, así como por estrellas del deporte y del pop. En este contexto, el gobierno británico prohibió a funcionarios del gobierno israelí asistir a la feria de armas de Londres, alegando preocupación por la decisión del gobierno israelí de intensificar aún más su operación militar en Gaza.
El gobierno israelí criticó duramente la decisión, calificándola de “acto deliberado y lamentable de discriminación”, pero se enfrenta a medidas similares por parte de varios de sus aliados.
Este verano, el gobierno francés cerró los stands de importantes empresas armamentísticas israelíes, como Elbit Systems y Rafael, en el Salón Aeronáutico de París, la mayor feria de aviación del mundo, por negarse a retirar las armas de ataque de la exposición.
Y tras el reciente ataque israelí a la residencia de los negociadores de Hamas en Doha, Qatar, los Emiratos Árabes Unidos prohibieron la entrada del gobierno israelí y de las empresas de defensa a su Salón Aeronáutico de Dubai, previsto para noviembre.
Sin embargo, Yaron advierte que las ventas de armas de Israel no se verán muy afectadas al restringir el acceso a dichas ferias. Los países necesitan armas, afirmó, e Israel está preparado para tales bloqueos y casi siempre los superará de alguna manera, incluso si “les cuesta más, puede haber más contraataques, puede haber más problemas”.
Elbit Systems, el mayor fabricante de armas de Israel, firmó el mes pasado un contrato de 5 años por US$ 1.600 millones con un país europeo no revelado.
Matthew Savill, director de ciencia militar del centro de estudios Royal United Services Institute, con sede en Londres, afirma que las ventas de armas de Israel también están protegidas de otras maneras, con componentes israelíes integrados en cadenas de suministro más amplias y empresas israelíes estableciendo entidades en los países clientes.
La relación se fortalece aún más a través del intercambio de seguridad e inteligencia, afirmó Savill, vínculos que no se romperán fácilmente. “Si bien existe este importante desacuerdo político sobre lo que está sucediendo en este momento, habrá muchos en ambos sistemas de seguridad que querrán evitar un impacto excesivo en la relación directa”, afirmó.
Por ahora, Israel puede permitirse seguir luchando. Sin embargo, el costo está aumentando.
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