El huracán Humberto se fortalece a categoría 5, pero hay otra depresión tropical que EE.UU. necesita vigilar
Por Briana Waxman y Andrew Freedman, de CNN
El huracán Humberto se intensificó rápidamente hasta convertirse en categoría 5 el sábado sobre las cálidas aguas llenas de energía del océano Atlántico abierto. Sin embargo, existe una amenaza silenciosa que se acerca a la costa sureste de Estados Unidos y a la que la población debe prestar atención.
Una depresión tropical en fortalecimiento, que se está gestando cerca de las Bahamas, podría traer lluvias torrenciales, marejadas ciclónicas, vientos fuertes y oleaje peligroso al sureste tan pronto como el lunes, dejando poco tiempo para que las personas se preparen.
La depresión tropical 9 se formó en la mañana de este sábado entre Cuba y las Bahamas con vientos máximos sostenidos de 56 km/h, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por las siglas en inglés). Se pronostica que se convertirá en la tormenta tropical Imelda esta noche y en un huracán de categoría 1 para la noche del lunes o el martes.
Hay alertas de tormenta tropical vigentes para las Bahamas este fin de semana, y avisos de tormenta tropical disponibles para la costa este de Florida, desde la frontera norte de los condados de Palm Beach y Martin hasta la frontera norte de los condados de Flagler y Volusia. Es posible que se registren vientos con fuerza de tormenta tropical en esas partes del estado el lunes, aunque se espera que el sistema permanezca en alta mar durante su avance hacia el norte.
Los pronósticos sitúan el centro de la tormenta en las Bahamas este fin de semana antes de dirigirla hacia la costa sureste de Estados Unidos a principios de la próxima semana. El NHC continúa pronosticando que disminuirá su velocidad a medida que se acerca a la costa de Carolina del Sur.
Incluso si la futura Imelda no toca tierra, es probable que cause un impacto significativo por las fuertes lluvias y las inundaciones costeras.
Los primeros efectos de la tormenta podrían llegar al sureste tan pronto como el lunes, con la ventana de mayor riesgo centrada en las Carolinas y la costa de Georgia.
Las lluvias torrenciales son la principal preocupación con la futura Imelda, ya que las bandas fuertes y de lento movimiento podrían estancarse cerca de la costa o desplazarse hacia el sur del Atlántico Medio, saturando rápidamente terrenos, ríos y arroyos. Incluso sin tocar tierra directamente, los vientos podrían impulsar el agua de la marejada ciclónica hacia zonas bajas, provocando inundaciones costeras.
El NHC pronosticaba hasta 250 milímetros de lluvia en las Carolinas costeras este sábado por la tarde, aunque estas cantidades podrían fluctuar a medida que evolucione el pronóstico.
Si el núcleo de la tormenta toca tierra, lo más probable es que haya vientos peligrosos cerca y justo al norte de su centro, con el potencial de causar cortes de energía dispersos.
El gobernador de Carolina del Sur, Henry McMaster, emitió el viernes un estado de emergencia en previsión de la tormenta, activando planes de respuesta en todo el estado y movilizando agencias para prepararse para vientos significativos, inundaciones, lluvias y marejadas ciclónicas.
La ciudad de Charleston declaró un estado de emergencia local este sábado antes de la tormenta y comenzó a distribuir sacos de arena y limpiar alcantarillas pluviales, de acuerdo con un comunicado.
Aunque no hay órdenes obligatorias de evacuación, los residentes deben estar preparados, advirtió McMaster en una conferencia de prensa este sábado.
“Sabemos que tendremos vientos fuertes, sabemos que tendremos mucha agua, sabemos que habrá inundaciones en partes del estado, quizá en lugares que no habíamos visto antes”, dijo.
La directora del Departamento de Manejo de Emergencias, Kim Stenson, dijo que los funcionarios anticipan un “evento en todo el estado de Carolina del Sur”, con lluvia y viento impactando no solo áreas costeras.
El gobernador de Carolina del Norte, Josh Stein, también declaró este sábado un estado de emergencia. Los funcionarios están “preparando equipos de rescate en aguas rápidas, fuerzas de búsqueda y rescate, fuerzas del orden, Guardia Nacional y otros recursos”, dijo Stein en un comunicado.
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias está “lista y preparada para apoyar a los estados a lo largo de la costa sureste, según sea necesario” y está “activamente involucrada” con varios estados, según indicó en un comunicado.
Mientras tanto, sobre el Atlántico abierto, el huracán Humberto se intensificó rápidamente hasta convertirse en una tormenta de categoría 5 este sábado, mientras seguía sobre aguas cálidas y un entorno menos hostil en el Atlántico central.
Se espera que Humberto continúe como un huracán categoría 5 durante el fin de semana. No representa una amenaza directa para Estados Unidos, pero podría traer algunos impactos a Bermuda la próxima semana mientras pasa al oeste del archipiélago.
El tamaño y la posición de Humberto podrían influir en cómo se desarrolla la futura Imelda, en qué tan rápido se mueve y hacia dónde se dirige.
Las grandes marejadas, tanto de este sistema como del huracán Humberto, que permanece frente a la costa, aumentarán el peligro, creando corrientes de resaca potencialmente mortales a lo largo de la costa este la próxima semana.
Existe un nivel de incertidumbre superior al promedio en torno a este pronóstico, señaló el NHC. Los modelos meteorológicos ahora cuentan con un centro de rotación definido para analizar y comenzar a pronosticar con mayor precisión la trayectoria de la tormenta, pero otros sistemas atmosféricos también influirán en el camino futuro de Imelda.
El comportamiento final de este sistema dependerá no solo de su propia fuerza y velocidad, sino también de la posición del huracán Humberto girando mar adentro.
La circulación de Humberto podría alejar la tormenta en desarrollo de tierra o, si la sincronización es diferente, permitir que se acerque a la costa.
Hay tres posibilidades principales sobre la mesa:
- La tormenta podría desviarse hacia el mar antes de llegar a tierra, lo que evitaría que Estados Unidos sufriera sus peores impactos. Sin embargo, aún podrían registrarse lluvias intensas, vientos fuertes e inundaciones por marejada ciclónica a lo largo de la costa.
- Imelda también podría estancarse frente a la costa, permaneciendo lo suficientemente cerca como para generar días de fuertes lluvias y empujar el agua hacia la costa.
- El escenario más preocupante sería que tocara tierra en algún lugar de la costa de Carolina o Georgia. Esto desencadenaría una inundación prolongada que afectaría las zonas del interior devastadas por Helene hace apenas un año.
Si se produce este escenario extremo, algunas zonas de las Carolinas podrían acumular más de 600 milímetros de lluvia, lo que resultaría en inundaciones generalizadas y potencialmente mortales, con ríos y arroyos desbordados que podrían tardar días en volver a su cauce. La combinación de humedad tropical y un patrón meteorológico estancado es la fórmula para algunos de los eventos de inundación más dañinos en el sureste.
Incluso 100 a 200 milímetros de lluvia de un Imelda estancado que persiste en alta mar podrían causar serios problemas en áreas que ya estarán saturadas por las tormentas frontales de este fin de semana.
Desde las Bahamas hasta la costa este de Estados Unidos, se recomienda prestar mucha atención a los avisos y advertencias meteorológicas este fin de semana, ya que los riesgos de lluvia, viento y marejada ciclónica se definirán con mayor claridad. Esta tormenta, formada localmente, dejará una ventana de preparación muy limitada.
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Elise Hammond, de CNN, contribuyó a este informe.