Trump cantó victoria tras la respuesta de Hamas al plan de alto el fuego, lo que acorrala a Netanyahu
Por Kevin Liptak, CNN
Cuando llegó la noticia a la Casa Blanca el viernes por la tarde de que Hamas, después de casi cinco días, había respondido a la propuesta de 20 puntos del presidente Donald Trump para poner fin a la guerra en Gaza, los funcionarios fueron tan rápidos en acoger la declaración del grupo que la publicaron íntegra en las redes sociales, en un momento incluso atribuyéndola erróneamente al propio Trump.
La respuesta de Hamas estuvo lejos de respaldar completamente cada uno de los veinte puntos de Trump, entre ellos algunas cuestiones cruciales como la exigencia de que Hamas se desarme y destruya sus armas, y que no juegue ningún papel en el Gobierno de Gaza en el futuro.
Sin embargo, Trump eligió centrarse en lo que Hamas sí aceptó en lugar de en lo que no. Para él, la declaración del grupo de que estaba listo para liberar a todos los rehenes restantes retenidos desde los ataques terroristas del 7 de octubre de 2023 fue suficiente. Y después de meses de avances lentos y frustraciones, Trump estaba listo para proceder como si la paz finalmente estuviera al alcance de su mano, aunque los detalles más finos siguieran siendo inciertos.
Su reacción, publicada apenas una hora después de que Hamas emitiera su respuesta de seis párrafos, tuvo el efecto de anticipar cualquier respuesta de Israel, incluso la del primer ministro BenjamIn Netanyahu, a quien Trump y su equipo habían presionado para que aceptara el plan de paz a principios de la semana.
“Basándome en la declaración recién publicada por Hamas, creo que están listos para una PAZ duradera”, escribió Trump en Truth Social. “¡Israel debe detener inmediatamente el bombardeo de Gaza, para que podamos sacar a los rehenes de manera segura y rápida!”.
En una declaración de su oficina en la madrugada de este sábado, Netanyahu dijo que “Israel se está preparando para implementar de inmediato la primera fase del plan de Trump para la liberación inmediata de todos los rehenes”.
“Continuaremos trabajando en plena cooperación con el presidente y su equipo para poner fin a la guerra de acuerdo con los principios establecidos por Israel que son consistentes con la visión del presidente Trump”, dijo la oficina de Netanyahu.
En un video publicado en Truth Social el viernes por la noche, el presidente lo calificó como un “gran día”, y añadió: “En muchos sentidos, es algo sin precedentes”.
“Todos estaban unidos en el deseo de que esta guerra termine y de ver la paz en Medio Oriente, y estamos muy cerca de lograrlo”, dijo.
No quedó claro cuán coordinada con los israelíes fue la respuesta de Trump; la Casa Blanca no anunció ninguna llamada telefónica entre los primeros mandatarios.
Y aunque Trump, en su declaración en video, agradeció personalmente a Qatar, Turquía, Arabia Saudita, Egipto y Jordania por sus mediaciones para la paz, no mencionó a Netanyahu.
Aún sin una llamada de por medio, el mensaje de Trump fue claro. Tras presionar públicamente a Hamas para que acepte su plan —incluso con un ultimátum de que el domingo por la noche era la fecha límite para que aceptaran o enfrentaran “el infierno” en Gaza— Trump básicamente ponía la responsabilidad en Israel para que terminara con los bombardeos. Fue la primera vez que Trump dijo explícitamente a Israel que detuviera su asalto implacable sobre Gaza.
Una fuente israelí dijo a CNN que la celebración de Trump por la respuesta de Hamas a la propuesta sorprendió dos veces a Netanyahu, incluida la ocasión en que Trump ordenó que Israel detuviera inmediatamente el bombardeo de Gaza, lo que obligó a Israel a suspender su asalto sobre la Ciudad de Gaza. Israel quería mantener cualquier negociación bajo fuego, con el ejército israelí bombardeando el territorio devastado. Pero Trump dejó a Israel con pocas opciones.
Ni la oficina del primer ministro ni las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) se refirieron a la exigencia de Trump de “detener inmediatamente el bombardeo de Gaza”, ni dieron ninguna indicación sobre un cronograma para la liberación de los rehenes. Según un funcionario israelí, Israel ahora está preparando a un equipo negociador para conversaciones que finalicen la propuesta de alto el fuego.
El enviado especial de Trump, Steve Witkoff, y Jared Kushner, yerno de Trump, viajan a Egipto este fin de semana para negociar los detalles de la liberación de rehenes acordada por Hamas y otros aspectos del plan de paz, según dos funcionarios estadounidenses. La respuesta de Hamas provocó una reacción mucho más tibia incluso de algunos de los aliados más acérrimos de Trump.
“La reciente respuesta de Hamas al plan del presidente Trump para poner fin a la guerra —que Israel había aceptado— es, lamentablemente, predecible. Un clásico ‘Sí, pero’”, escribió el senador Lindsey Graham en X. “Sin desarme, manteniendo Gaza bajo control palestino y vinculando la liberación de rehenes a negociaciones, junto con otros problemas. Esto es, en esencia, un rechazo por parte de Hamas a la propuesta de ‘tómalo o déjalo’ del presidente Trump”.
Sin embargo, Trump estuvo dispuesto a aceptar la declaración como un avance positivo, aunque reconoció que aún quedaba trabajo por hacer para concretar los detalles del acuerdo.
“Veremos cómo resulta todo. Tenemos que dejar la última palabra por escrito y en concreto”, dijo en su video, grabado desde la Oficina Oval.
Trump había estado esperando ansiosamente la respuesta de Hamas a su propuesta durante los últimos días. En una llamada con el emir de Qatar el miércoles, Trump preguntó si había avances, pero le dijeron que una respuesta del grupo podría tomar más tiempo.
Los problemas de comunicación con los líderes militares de Hamas en Gaza contribuyeron al tiempo que tomó recibir una respuesta, al igual que las divisiones entre el liderazgo de Hamas sobre elementos del plan, según funcionarios estadounidenses, quienes fueron informados de las dificultades por sus socios regionales esta semana.
Aun así, Trump se estaba impacientando, y emitió el ultimátum el viernes por la mañana con la esperanza de que ésto impulsara a Hamas a dar una respuesta.
Al final, la respuesta que llegó podría haberle dado a Trump la oportunidad de declarar a Hamas intransigente y dar luz verde a Israel para intensificar su asalto, como dijo que haría si Hamas rechazaba el plan. Pero al pasar por alto las áreas en las que Hamas parecía diferir del plan, Trump puso a Netanyahu en la difícil posición de aceptar la respuesta de manera positiva o arriesgarse a enfurecer a su principal aliado internacional.
Trump ha estado cada vez más en desacuerdo con Netanyahu desde que volvió a asumir el cargo en enero, y ha participado con frecuencia en tensas llamadas telefónicas con su homólogo sobre la naturaleza interminable de la guerra en Gaza y la expansión del conflicto por parte de Israel más allá de sus fronteras, movimientos que podrían poner en peligro las posibilidades de Trump de ganar un Premio Nobel de la Paz.
Asimismo, la base de apoyo de Trump se ha ido desilusionando cada vez más con la guerra de Israel en Gaza a medida que se acerca a su segundo año, y algunos —incluida la representante Marjorie Taylor Greene— han calificado las acciones de Israel como un “genocidio”.
Lo más irritante para Trump fueron los ataques israelíes en Qatar el mes pasado dirigidos contra líderes de Hamas, que Trump y funcionarios estadounidenses consideraron desestabilizadores y perjudiciales para la paz. Trump se quejó públicamente de que no se le dio tiempo para intervenir.
Los ataques, que provocaron la condena universal de los países árabes, finalmente llevaron al equipo de Trump a comenzar a trabajar en el plan multipuntos que se convirtió en la propuesta presentada a principios de esta semana, según funcionarios.
En reuniones en Nueva York la semana pasada, los principales asesores de Trump —Witkoff y Kushner, quien retomó el papel de asesor de Medio Oriente que ocupó en el primer mandato de Trump, trabajaron para obtener el apoyo de Netanyahu a la propuesta, incluso cuando el primer ministro parecía reacio a firmar.
Los asesores de Trump, y el propio Trump, fueron explícitos en sus conversaciones con Netanyahu al decir que el plan era la mejor —y última— oportunidad para un final negociado de la guerra. Advirtieron que el apoyo público mayormente inquebrantable de Trump a Netanyahu e Israel podría estar en riesgo, según funcionarios estadounidenses.
Fue sólo después de horas de discusión y de cambiar parte de la redacción del plan que Netanyahu finalmente accedió a sumarse, según funcionarios estadounidenses. Algunos de los cambios alarmaron a las naciones árabes que habían sido informadas del plan la semana anterior. Pero mientras Trump y Netanyahu se reunían en la Oficina Oval el lunes, la Casa Blanca publicó el texto, en el que se consolidaban los cambios y se ponía a Hamas en aviso para que aceptara. Como parte de su reunión, Trump sostuvo un teléfono en su regazo mientras Netanyahu llamaba por teléfono al primer ministro de Qatar para disculparse por los ataques contra líderes de Hamas en Doha el mes pasado. La medida fue considerada esencial para avanzar en las negociaciones, dado el importante papel que Qatar ha desempeñado como mediador con Hamas.
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