Jóvenes de India soñaban con estudiar en Estados Unidos. Las políticas de visados de Trump les obliga a buscar otros destinos
Por Mateo Rehbein, Iván Watson, Karina Tsui, Aishwarya S. Iyer, Ayushi Shah y Esha Mitra, CNN
Durante décadas, las familias en India han dedicado años y gran parte de sus finanzas a un único objetivo: que sus hijos obtengan un título universitario en Estados Unidos.
A pesar del elevado coste —a menudo soportado en préstamos desorbitados—, el riesgo era asumible porque la recompensa probablemente era una plataforma de lanzamiento profesional que ningún otro país del mundo podía ofrecer.
Pero los cambios radicales en la política del presidente Donald Trump –desde su reciente anuncio de una tarifa de US$ 100.000 para las visas de trabajo H-1B hasta el escrutinio más estricto de su administración sobre los estudiantes internacionales y las medidas enérgicas contra la inmigración– han hecho que muchos de esos estudiantes y sus familias cuestionen esa forma de pensar de larga data.
Avi, un joven de 18 años del estado de Bihar, en India, dijo que tenía una beca casi completa para estudiar antropología en el Trinity College de Connecticut, pero su solicitud de visa estadounidense fue rechazada porque no pudo demostrar “lazos que lo obliguen a regresar a su país de origen”, según una carta de la Embajada de Estados Unidos en Nueva Delhi.
“Ya no solicitaré entrar a Estados Unidos. El proceso me da mucho miedo, incluso me humilla”, dijo Avi, quien pidió usar un apodo por temor a poner en peligro su futuro.
Este joven es uno de varios estudiantes potenciales que describieron a CNN cómo sus planes cuidadosamente elaborados se desmoronaron debido a una solicitud de visa rechazada, mientras que otros que ya estudian en EE.UU. dijeron a CNN que les preocupan las perspectivas laborales futuras y quedar atrapados bajo una montaña de deudas.
Puja, estudiante de derecho en Estados Unidos, declaró a CNN que tuvo que pedir prestados más de US$ 90.000 para financiar sus estudios en ese país, a pesar de haber recibido una generosa beca de su universidad. CNN no identifica a Puja por su nombre real por temor a que le revoquen la visa.
“Cuando pensamos en Estados Unidos, pensamos en mucha más libertad… mucho más espacio para hablar, pensar y crecer”, dijo. “Pero creo que con muchas de estas decisiones políticas… casi parece que no te quieren aquí”.
El efecto combinado de los recientes cambios de política es “un clima de miedo e incertidumbre”, apunta Sudhanshu Kaushik, fundador de la Asociación Norteamericana de Estudiantes Indios, una organización sin fines de lucro.
“Va en contra de lo que nos han condicionado durante los últimos 20 a 30 años, que trabajas duro, estudias… luego habrá una recompensa y podrás prosperar y contribuir a la historia de crecimiento estadounidense, al sueño americano”, comentó Kaushik a CNN.
El año pasado, India envió más estudiantes a Estados Unidos que cualquier otro país, superando el número de alumnos chinos por primera vez en 15 años, con más de 330.000 ciudadanos indios matriculados en universidades estadounidenses.
Sin embargo, las últimas estadísticas gubernamentales indican un posible cambio en esa tendencia.
El número de ciudadanos indios que ingresaron a Estados Unidos con visas de estudiante en julio y agosto se desplomó aproximadamente un 45 % en comparación con las cifras registradas durante los mismos meses del año pasado. Los datos de agosto aún son preliminares.
Los expertos dicen que las cifras de agosto suelen ser un buen indicador de la inscripción de otoño, ya que la mayoría de los estudiantes internacionales llegan ese mes antes de las clases y están limitados a ingresar a EE.UU. no antes de 30 días antes de que comiencen.
CNN contactó a más de una docena de universidades para preguntar sobre las cifras de matrícula, pero la mayoría indicó que no podían proporcionar detalles en ese momento.
Tres universidades —la Universidad de Columbia, la Universidad de Boston y la Universidad del Sur de California— informaron que la matrícula de alumnos extranjeros era comparable a la de años anteriores.
La Universidad Estatal de Arizona reportó una ligera disminución en la matrícula de estudiantes internacionales, atribuyéndola a cambios en las directrices federales y a dificultades para que los futuros alumnos consiguieran citas para obtener visas antes del semestre de otoño.
La disminución de las llegadas, la más pronunciada observada desde la pandemia, se produce en medio del endurecimiento de las visas para estudiantes extranjeros por parte de la administración Trump, las prohibiciones de viaje, una mayor investigación de visas, amenazas de deportar a alumnos de otros países por discursos propalestinos y mientras la administración libra batallas legales con varias universidades de primer nivel sobre la financiación federal.
Imran Khan, fundador de la consultora educativa HumStudy, manifestó a CNN que ha visto que Estados Unidos ofrece muchos menos espacios para citas para solicitudes de visa de estudiante antes de este año escolar y que el número de solicitudes rechazadas fue mayor que en años anteriores.
“De las personas que hemos enviado (para solicitar ingreso a EE.UU.), la tasa de rechazo ha sido de aproximadamente el 40 %”, explicó Khan.
La mayoría de los rechazos se basaron en la razón general de “no tener vínculos con su país de origen”, lo que significa que los funcionarios estadounidenses no estaban convencidos de que el solicitante tuviera motivos suficientes para regresar a casa después de completar sus estudios.
La empresa de Khan es solo una de las miles que hay en toda India que atienden la creciente demanda de jóvenes indios que sueñan con estudiar en el extranjero para obtener una mejor educación y oportunidades profesionales.
Manifestó que a los estudiantes cuyas visas estadounidenses son rechazadas se les aconseja que soliciten en otros países o exploren sus opciones en India, en lugar de intentar volver a solicitarlas.
“Lo que pasa con Estados Unidos es que, una vez que se produce una denegación, la segunda vez hay un mayor escrutinio sobre la solicitud. Esto solo irá en aumento”, dijo.
Avi, el estudiante de Bihar, originalmente planeó postularse para estudiar en EE.UU. el año pasado, pero decidió esperar, una decisión que lamenta mucho.
Dijo que ahora está considerando universidades en India y otros países, pero le preocupan las opciones limitadas de programas de calidad en Antropología.
La incertidumbre y el mayor escrutinio hacen que los estudiantes indios cubran cada vez más sus apuestas, según Mrinalini Batra, fundadora de la consultora International Educational Exchange en Delhi. Añadió que menos de la mitad de los estudiantes que asesoró y que querían ir a Estados Unidos mantuvieron ese objetivo.
“Mantienen abiertos otros países. Mantienen abierta la opción india”, dijo Batra.
Bhoopendra Singh, instructor de GMAT Insight en Nueva Delhi, ve lo mismo: “Este año hay muchísimos estudiantes que han abandonado sus intentos de ingresar a escuelas en Estados Unidos”.
Dijo que dejó de promover los estudios en Estados Unidos porque tampoco quiere que los interesados incurran en los enormes gastos que suelen implicar. Considerando el compromiso a largo plazo de estudiar en el extranjero, Singh aconseja esperar hasta que haya “más claridad sobre estas políticas (de Trump)”.
Puja, la estudiante de derecho de Estados Unidos, dijo que no proviene de una familia rica y que para ella la educación estadounidense implicó una “inversión grande y pesada”.
“Vine con la esperanza de que incluso si me quedaba aquí y trabajaba durante un año, podría pagar mi deuda”, comentó Puja.
Ahora le resulta difícil imaginar que los empleadores potenciales estén dispuestos a pagar la tarifa de US$ 100.000 por una visa de trabajador extranjero H-1B porque “no soy un estudiante de STEM”, refiriéndose a los campos altamente codiciados de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.
Más del 70 % de las visas H-1B emitidas en 2024 se otorgaron a trabajadores nacidos en India, según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos.
La mayoría de los beneficiarios de las visas H-1B trabajan en áreas STEM, según el Gobierno estadounidense, y los estudiantes internacionales con títulos STEM pueden optar a autorizaciones de trabajo más largas bajo un programa de empleo conocido como Capacitación Práctica Opcional (OPT).
Pero incluso algunos estudiantes de STEM están reconsiderando sus planes de estudiar en Estados Unidos debido a los cambios de la administración Trump.
Hemaksh Swara, un alumno de matemáticas y computación en una universidad india que está buscando programas de posgrado, dijo que no cree que valga la pena obtener un título de maestría en Estados Unidos debido a los cambios recientes.
“He decidido sacar a Estados Unidos de mis planes… Estoy considerando países europeos, tal vez incluso India”, dijo Swara a CNN.
Gagneet Singh, de 22 años, ya había solicitado un préstamo para realizar su MBA en Estados Unidos, pero se trasladó a Canadá después del anuncio del H-1B de Trump.
“La estabilidad laboral es muy importante para los estudiantes. Venimos de India, así que esperamos conseguir un buen trabajo allí”, manifestó Singh.
Kim Dixit, director ejecutivo y cofundador de The Red Pen, una consultora educativa con sede en Mumbai, dijo que las empresas también han mostrado menos interés en contratar estudiantes y empleados internacionales desde el anuncio del H-1B.
“Muchos empleadores tampoco comprenden lo que está sucediendo, pero simplemente están frenando la contratación de empleados internacionales, punto”, dijo Dixit.
Khan, de la consultora HumStudy, explicó que los empleadores suelen especificar en las ofertas de empleo que solo están interesados en contratar a quienes ya tienen estatus legal para trabajar en Estados Unidos.
Incluso los empleos con otras visas de trabajo, como el programa de Formación Práctica Opcional (OPT), no se estaban considerando porque los empleadores “no quieren la carga de la H-1B más adelante”, agregó.
Los economistas han argumentado que las visas H-1B, que otorgan la capacidad de trabajar en Estados Unidos durante tres años y pueden extenderse por otros tres, permiten a las empresas estadounidenses mantener la competitividad y hacer crecer sus negocios, creando más empleos en Estados Unidos.
La administración Trump justificó la nueva tarifa de US$ 100.000 como una medida necesaria para frenar lo que describió como “abuso sistemático” del programa H-1B y para alentar la contratación de trabajadores estadounidenses.
Pero algunos expertos han expresado su preocupación de que la elevada tarifa H-1B podría tener un efecto paralizante a largo plazo, disuadiendo a los estudiantes que desean trabajar con otras visas de empleo e impactando en industrias críticas que dependen de los graduados de STEM, como tecnología, atención médica y energía.
El CEO de Google, Sundar Pichai, el CEO de Microsoft, Satya Nadella, el CEO de IBM, Arvind Krishna, y el CEO de Adobe, Shantanu Narayen (los líderes de cuatro de las mayores empresas tecnológicas de Estados Unidos) son todos ciudadanos indios que comenzaron con visas de estudiantes, seguidas de visas H-1B.
“Los estudiantes y exalumnos indios han tenido una profunda influencia en las instituciones, la economía y la sociedad de Estados Unidos desde la década de 1960”, afirmó la experta en educación internacional Rajika Bhandari, que dirige la firma de investigación y estrategia Rajika Bhandari Advisors.
Bhandari creció en India, pero reside en Estados Unidos desde que cursó su doctorado. “La disminución del número de estudiantes indios tendrá un impacto profundo y negativo en todos estos sectores, cuyas fuentes de talento se verán afectadas”, afirmó.
La semana pasada, la Cámara de Comercio de Estados Unidos demandó a la administración Trump para bloquear la tarifa de visa H-1B, “claramente ilegal”, argumentando que obligará a las empresas a elegir entre aumentar drásticamente sus costos laborales y contratar menos trabajadores altamente calificados, según Reuters.
La Asociación Nacional de Empresas de Software y Servicios de India, una asociación comercial no gubernamental y grupo de defensa, también advirtió el mes pasado que la nueva tarifa H-1B “puede potencialmente tener efectos dominó en el ecosistema de innovación de Estados Unidos y la economía laboral en general”.
Michael Lovenheim, economista laboral y profesor de la Escuela de Relaciones Industriales y Laborales de la Universidad de Cornell, manifestó anteriormente a CNN que los estudiantes internacionales “no solo generan retornos para sí mismos a través de salarios más altos, sino que trabajan en sectores que generan crecimiento económico, inician negocios, trabajan en áreas de alto crecimiento que generan más productividad y aumentan (el Producto Interno Bruto)”.
Un análisis de la Asociación de Educadores Internacionales (NAFSA) y JB International estimó una posible disminución del 30 al 40 % en la matrícula de nuevos estudiantes internacionales en las escuelas estadounidenses este año, lo que podría “privar a las economías locales de US$ 7.000 millones en gastos y más de 60.000 puestos de trabajo”.
Sin embargo, varios de los expertos que hablaron con CNN se mantuvieron optimistas respecto de que la relación bien establecida y mutuamente beneficiosa entre Estados Unidos y los estudiantes indios que alberga perdurará y superará las tensiones actuales.
“Estados Unidos sigue siendo un buen mercado. Sigue siendo el gigante”, afirmó Khan de HumStudy. “Vivimos un mal momento, pero hay mucho ruido en torno a esto actualmente, que con el tiempo se calmará”.
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