Activistas reconocen el trabajo de Melania Trump por el retorno de niños ucranianos cautivos en Rusia, pero temen por Putin
Por Betsy Klein y Kylie Atwood, CNN
Aunque elogió la labor de la primera dama Melania Trump para devolver a los niños ucranianos que estaban en cautiverio ruso, el presidente Donald Trump pareció restar importancia la semana pasada a las estimaciones del número de niños supuestamente secuestrados desde que comenzó la guerra.
Sentado al otro lado de la mesa en la Sala del Gabinete de la Casa Blanca, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, no intentó corregir a su homólogo ni respondió a la pregunta de un periodista sobre si apreciaba los esfuerzos de la primera dama estadounidense. En cambio, se giró, ladeó la cabeza y asintió en silencio.
El momento puso de relieve la profunda sensibilidad en torno a un tema complejo que la primera dama ha buscado resolver mediante la comunicación directa con el presidente de Rusia, Vladimir Putin. Para Melania Trump, quien ha priorizado el bienestar y la seguridad de los niños, la defensa de este tema parecía una oportunidad natural para usar su enorme plataforma global para marcar la diferencia.
Pero en la semana siguiente a que anunció el regreso de ocho niños ucranianos a sus familias, algunos defensores de los derechos que elogiaron la acción también expresaron su preocupación en conversaciones con CNN sobre la forma en que se involucró la primera dama, y especialmente su caracterización de cómo los niños terminaron en Rusia, por temor a que solo termine beneficiando a Putin.
En declaraciones desde la Casa Blanca a principios de este mes, la primera dama describió a los “niños ucranianos que residen en Rusia” y dijo que habían sido “desplazados a la Federación Rusa debido a los combates en el frente”, pero no habló sobre el crimen de guerra que muchos defensores ven en el presunto secuestro por parte de Moscú de decenas de miles de niños ucranianos.
“Todos se están moviendo con mucho cuidado, pero todos tienen claro el punto que la oficina de la primera dama necesita escuchar: gracias, pero son 35.000 niños, no siete u ocho”, dijo Nathaniel Raymond, director ejecutivo del Laboratorio de Investigación Humanitaria de Yale, cuyo Observatorio del Conflicto de Ucrania está operando con donaciones privadas hasta fin de año después de que la administración Trump recortara su financiación.
“Se trata de niños que fueron tomados en crímenes de guerra, niños que están siendo militarizados y secuestrados por un Estado, no de niños perdidos en la guerra. Las palabras importan”, dijo Raymond.
Un informe de septiembre del laboratorio de Yale reveló que niños han sido llevados a al menos 210 lugares, incluyendo bases militares, orfanatos y campamentos, donde han sido reeducados según narrativas prorrusas y, en algunos casos, entrenados para el combate. A muchos se les ha cambiado la identidad, lo que dificulta cada vez más su rastreo.
El lenguaje de la primera dama ignora la realidad de la situación y podría jugar a favor de Putin, dijeron a CNN algunos defensores de los niños.
Bill Taylor, exembajador de Estados Unidos en Ucrania, aplaudió la participación personal de Melania Trump, aunque también señaló que Putin probablemente tiene motivos ocultos.
“Cada niño que regresa es maravilloso para esa familia y ese niño, lo cual es bueno. Pero hay más de 19.000, y creo que Putin está usando esto cínicamente para intentar que los Trump le tengan más simpatía”, declaró Taylor a CNN.
Las estimaciones sobre cuántos niños supuestamente han sido secuestrados varían según la fuente y quién esté siendo contabilizado.
Donald Trump, un día después de una llamada telefónica de dos horas con el líder ruso la semana pasada, ofreció su propia opinión sobre la cifra. “Algunos dicen que son 20.000 y otros que son 300”, declaró durante su reunión del viernes con Zelensky en la Casa Blanca. “Así que nadie lo sabe con certeza, pero ella tenía sentimientos muy fuertes sobre los niños”.
Taylor no duda de la compasión de Melania Trump por los niños ucranianos, pero sí cuestiona la del líder ruso.
“Creo que la primera dama está realmente interesada en que los niños ucranianos regresen a casa. Pero la realidad es que Putin no. Podría devolver a todos estos niños y poner fin a la guerra mañana mismo si quisiera”, dijo Taylor.
Los esfuerzos de Melania Trump se produjeron en medio de una creciente presión de los ucranianos, un grupo bipartidista de legisladores estadounidenses y evangélicos para lograr que la administración Trump se involucre en el regreso de los niños ucranianos.
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