Todo lo que lograron Hegseth y el jefe del Estado Mayor de EE.UU. en su visita al Caribe en medio de la crisis con Venezuela
Por Jessica Hasbun y Rocío Muñoz-Ledo, CNN en Español
En la misma semana, funcionarios clave del Pentágono realizaron dos visitas al Caribe: el secretario de Defensa, Pete Hegseth, a República Dominicana, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, Dan Caine, a Trinidad y Tobago.
Ambas se centraron en reforzar la cooperación en seguridad y en la lucha contra el narcotráfico, en medio de la escalada de tensiones con Venezuela por el despliegue militar en la región.
Como parte del plan, se han movilizado una docena de buques de guerra, incluido el portaaviones USS Gerald Ford, y 15.000 soldados en la región, y se han realizado maniobras y ejercicios en Puerto Rico, República Dominicana y Trinidad y Tobago, en el marco de lo que el Pentágono ha denominado “Operación Lanza del Sur”.
Además, se han lanzado decenas de ataques contra embarcaciones que, según Washington, transportaban drogas y han dejado más de 80 muertos, sin que la Casa Blanca presente evidencias que respalden sus afirmaciones.
El despliegue iniciado en agosto por Estados Unidos tiene como objetivo, según Washington, combatir el narcotráfico, mientras que Caracas lo ha interpretado como un intento de cambio de régimen.
Estas operaciones han generado tensiones en la región. Trinidad y Tobago, a solo 11 kilómetros de la costa venezolana, ha expresado su respaldo al despliegue, aunque su primera ministra, Kamla Persad-Bissessar, aclaró tras la visita de Caine que el país no se utilizará como “base para ninguna guerra contra Venezuela”. Mientras que República Dominicana autorizó el uso de una base aérea militar por parte de Estados Unidos para apoyar operaciones contra el narcotráfico.
En Santo Domingo, Hegseth se reunió con el presidente de República Dominicana, Luis Abinader, quien confirmó el inició de una nueva fase de cooperación en seguridad tras la autorización del Gobierno para que aeronaves, personal técnico y equipo estadounidense utilicen áreas restringidas de la Base Aérea de San Isidro y del Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA), como parte de un operativo logístico destinado a reforzar la lucha contra el narcotráfico en la región.
Abinader explicó que el acuerdo —que sería temporal, limitado y bajo supervisión directa de las autoridades dominicanas— permitirá operaciones de reabastecimiento de combustible, transporte de equipos, apoyo técnico y coordinación aérea vinculadas a misiones estadounidenses de vigilancia e interdicción en el Caribe.
“Esta colaboración reafirma nuestro compromiso de fortalecer las relaciones con los Estados Unidos y continuar trabajando juntos contra el crimen organizado transnacional”, dijo Abinader, agradeciendo a la embajadora estadounidense Leah Francis Campos y a la delegación norteamericana.
De acuerdo con la información oficial, el Comando Sur y la Fuerza Aérea de Estados Unidos desplegarán en territorio dominicano:
- Aviones cisterna KC-135 para reabastecimiento aéreo, ampliando la capacidad de monitoreo e interdicción en el Caribe de aeronaves de combate ya desplegadas, como los F-35 y los F/A 18.
- Aeronaves de carga C-130 Hércules para transporte, evacuaciones aeromédicas, lucha contra incendios, reconocimiento meteorológico y asistencia en desastres.
Estas operaciones apoyarán iniciativas ya activas, como la “Operación Lanza del Sur”, orientada a enfrentar redes criminales transnacionales y tráfico ilícito de armas y drogas.
El objetivo central —según ambos gobiernos— es interrumpir operaciones ilícitas, cerrar corredores de tráfico de drogas y elevar las capacidades de detección y patrullaje en rutas que abarcan gran parte del mar Caribe.
El nuevo entendimiento se enmarca dentro del Acuerdo de Interdicción Marítima y Aérea de 1995 y su protocolo de 2003, que establecen que cualquier operación estadounidense debe realizarse por invitación expresa, con acompañamiento del Ministerio de Defensa y la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD).
Abinader destacó que, desde 2020, gracias a la cooperación con Estados Unidos, República Dominicana ha logrado decomisar casi diez veces más drogas por año que en la década anterior.
Estos avances fueron reconocidos hace dos semanas por una misión de alto nivel de la DEA, según confirmó el propio mandatario.
Sin embargo, Abinader advirtió que el país enfrenta “una amenaza real” vinculada al crimen organizado y reiteró que la cooperación bilateral es crucial para cerrar rutas utilizadas por carteles internacionales y el crimen organizado transnacional y asi proteger el espacio aéreo y marítimo del Caribe.
“La seguridad significa presencia firme del Estado donde sea necesario”, afirmó.
Por su parte, Hegseth elogió el papel de República Dominicana en la región y aseguró que Washington respalda plenamente al Gobierno dominicano en sus esfuerzos contra el narcotráfico.
“Vinimos a apoyar a nuestro principal aliado en la región en la lucha contra las drogas y la inseguridad”, afirmó Hegseth, quien definió a la República Dominicana—y al presidente Abinader—como “el líder regional contra el narcotráfico”.
Hegseth agregó que Estados Unidos continuará ampliando la cooperación “con pleno respeto a las leyes y a la soberanía dominicana”, y describió el esfuerzo conjunto como “un modelo para la región”.
Sobre los grupos criminales transnacionales, el alto funcionario fue tajante:
“Debemos enfrentar a los narcoterroristas con acciones fuertes y rápidas. Es el único idioma que entienden”. Aseguró además que este tipo de colaboración “salva vidas en ambos países”.
Un día antes, Dan Caine visitó Trinidad y Tobago, donde se reunió con la primera ministra Kamla Persad-Bissessar y miembros de su gabinete.
Durante el encuentro, el jefe del Estado Mayor de Estados Unidos aseguró que Washington “continuará comprometido en trabajar cercanamente” con el país caribeño mientras continúan las tensiones entre su país y Venezuela, según un comunicado de Joseph Holstead, portavoz del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos.
Caine y Persad-Bissessar “intercambiaron ideas sobre los retos que enfrenta la región del Caribe, incluyendo los efectos en la desestabilización que provocan el tráfico de drogas, armas y humanos, y las actividades de las organizaciones criminales transnacionales”, detalló Holstead.
Caine llegó en la mañana del martes a Trinidad y Tobago procedente de Puerto Rico, donde visitó un batallón de soldados estadounidenses que adelanta ejercicios militares en esa otra isla caribeña.
Un día después de la visita de Caine, Persad-Bissessar insistió en que Trinidad y Tobago no servirá como base para operaciones militares entre EE.UU. y Venezuela y rechazó las especulaciones de que la actividad militar estadounidense en el país estuviera vinculada a las tensiones con Caracas.
“No vamos a lanzar ninguna campaña contra Venezuela. Lo he dejado muy claro”, afirmó la primera ministra, quien indicó que Venezuela no fue abordada en esa reunión con el general Caine.
“Reafirmamos nuestra cooperación contra el narcotráfico, la trata de personas, el tráfico de drogas y el tráfico de armas”, añadió, describiendo las conversaciones como “muy buenas”.
Trinidad y Tobago, cercano a la costa de Venezuela, alberga esta semana maniobras militares de la Marina de Estados Unidos, país al que respalda en su actual despliegue en el Caribe contra Venezuela.
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Con información de la agencia EFE.
