Quién ganó y quién perdió en las importantes elecciones del martes en Kentucky, Virginia y Mississippi
(CNN) — Los demócratas celebraban el martes por la noche, mientras que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y los republicanos tenían que explicar por qué se habían quedado rezagados en uno de los estados más republicanos de la nación.
En Kentucky, el secretario de Justicia Andy Beshear, demócrata, proclamó su victoria sobre el gobernador republicano Matt Bevin, manteniendo una ventaja de 0.4 puntos porcentuales tras los reportes de todos los precintos, aunque Bevin dijo que no concedería la derrota. Trump había tratado de impulsar a Bevin al celebrar un mitin con él el lunes por la noche en Kentucky y al decirle a los votantes republicanos del estado que el resultado de la contienda sería visto como un reflejo sobre él.
Si Beshear se mantiene, él ha dicho que facilitaría el acceso a Medicaid, revisaría el liderazgo educativo del estado y restablecería los derechos de voto de los exdelincuentes que han cumplido su condena.
En Virginia, los demócratas ganaron mayorías tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, otorgando al partido el control total del gobierno del estado y consolidando como un fortín del partido lo que alguna vez había sido un estado decisivo. Sus victorias abren la puerta a nuevas leyes de control de armas, un aumento del salario mínimo y otras medidas progresistas que los republicanos habían bloqueado previamente.
Y en Mississippi, los republicanos se aferraron a la gubernatura, rechazando la apuesta de un veterano demócrata por otra posible sorpresa en la noche electoral. La victoria del Partido Republicano significa que es probable que el estado continúe buscando recortes de impuestos y oponiéndose a una expansión de Medicaid.
Aquí hay tres conclusiones de las elecciones del martes:
La carrera por la gubernatura de Kentucky es un problema para los republicanos
Es cierto que Bevin era un candidato problemático. Trabajó para revertir la expansión de Medicaid en Kentucky. Su estilo descarado se exhibió cuando acusó a los maestros que protestaban de ser “egoístas” y de tener una “mentalidad de matón” cuando se opusieron a sus esfuerzos por recortar sus pensiones. Las encuestas mostraban que estaba entre los gobernadores menos populares de la nación.
Pero no se equivoquen: a nivel nacional, los republicanos estaban totalmente involucrados con Bevin.
Trump pasó el lunes por la noche reunido con Bevin en Kentucky. La semana pasada, el vicepresidente Mike Pence realizó un recorrido en autobús con el gobernador. Y la Asociación de Gobernadores Republicanos gastó millones de dólares tratando de impulsarlo en los medios.
Los republicanos trataban de explicar el resultado del martes, en un estado en el que Trump ganó por 30 puntos porcentuales, señalando sus victorias en cinco carreras estatales en la boleta electoral y arrojando a Bevin debajo del autobús.
“El presidente casi arrastró al gobernador Matt Bevin a través de la línea de meta, ayudándolo a competir más fuerte de lo esperado en lo que se convirtió en una carrera muy cerrada al final”, dijo el gerente de campaña de Trump 2020 Brad Parscale en un comunicado.
Pero las causas de las críticas a Bevin –su personalidad combativa, su inclinación por la controversia y la búsqueda de políticas controvertidas– también podrían aplicarse a Trump.
Y el propio Trump, solo una noche antes, había dicho que el resultado de la reelección de Bevin se reflejaría en él.
“Si pierdes, van a decir que Trump sufrió la mayor derrota en la historia del mundo. Que fue la más grande. No puedes dejar que eso me pase a mí“, le dijo a Bevin en su mitin.
Que el Partido Republicano se quede rezagado en la carrera por la gubernatura en un estado que Trump ganó por 30 puntos porcentuales es una mala señal para el partido en todos los ámbitos. El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, el originario de Kentucky más poderoso en política y un veterano de elecciones difíciles, está en la boleta electoral el próximo año. Y aunque los resultados del martes no necesariamente pronostican problemas para McConnell, sí podrían significar que Amy McGrath, una importante rival demócrata, probablemente verá un aumento en la recaudación de fondos.
Si Beshear finalmente se certifica como el ganador, ha dicho que perseguiría una agenda para hacer que Medicaid sea más accesible: restablecer las políticas de su padre, el popular exgobernador Steve Beshear, quien expandió el programa antes de dejar el cargo hace cuatro años. También dijo que reemplazaría la junta de educación del estado de Bevin y permitiría votar a 140.000 exdelincuentes que han cumplido su condena.
Una trifecta demócrata en Virginia
El martes, los demócratas cimentaron una nueva realidad en Virginia: durante décadas un bastión republicano, y luego un estado oscilante, ahora está controlado por los demócratas.
El partido ganó mayorías en la Cámara y el Senado de Virginia, obteniendo el control total del gobierno estatal por primera vez en dos décadas.
Las victorias pusieron al gobernador Ralph Northam y a los demócratas en la legislatura en posición de perseguir una agenda progresista, incluidas medidas de control de armas, que la mayoría de los republicanos habían bloqueado, y un salario mínimo más alto.
Con la “trifecta” de la Cámara, el Senado y la oficina del gobernador, los demócratas también controlarán el proceso de redistribución de distritos después del Censo 2020, dibujando los nuevos mapas para los distritos legislativos estatales y del Congreso.
Ese fue un enfoque clave para el partido a raíz de las pérdidas a nivel estatal durante la administración del expresidente Barack Obama. Cada trifecta representa un punto de apoyo que se puede utilizar para reforzar las filas del partido en el Congreso y consolidar su condición de partido mayoritario en el congreso local durante otra década.
Los resultados del martes fueron una continuación del colapso de años del Partido Republicano en lo que hasta hace poco había sido un estado decisivo.
Virginia votó por George W. Bush en las elecciones presidenciales de 2004 y eligió al gobernador republicano Bob McDonnell en 2009, pero ha respaldado a los candidatos demócratas presidenciales y a gobernador desde esas elecciones.
Las victorias completaron un regreso demócrata en la legislatura estatal que comenzó en 2017, cuando los demócratas lograron importantes avances en la legislatura, en gran parte a través de los distritos suburbanos, y Northam ganó fácilmente en una señal temprana de reacción contra la presidencia de Trump.
Esa elección dejó al Partido Republicano con una mayoría en la Cámara de Representantes de 51-49 y una ventaja de 21-19 en el Senado, y los demócratas inmediatamente comenzaron a apuntar a escaños legislativos con la esperanza de ganar el control este año.
Pero ese regreso se vio amenazado este año cuando Northam fue acusado de aparecer en una foto del anuario con la cara pintada de negro, y el teniente gobernador Justin Fairfax fue acusado de agredir sexualmente a dos mujeres.
Los republicanos ganan en Mississippi
Las mejores noticias de la noche para los republicanos llegaron en Mississippi, donde ganaron la carrera para reemplazar al gobernador saliente Phil Bryant.
La carrera por la gubernatura en un estado tan sólidamente republicano normalmente no sería motivo de suspenso. Pero el teniente gobernador Tate Reeves enfrentó un serio desafío del secretario de Justicia demócrata Jim Hood, un candidato moderado que ya había ganado cuatro veces a nivel estatal.
La carrera fue en parte un referéndum sobre la expansión de Medicaid: Reeves, un conservador anti-gasto, dijo que continuaría el rechazo estatal de una expansión bajo Obamacare, mientras que Hood dijo que expandiría Medicaid para cubrir a 100.000 personas adicionales.
Reeves también se vio reforzado por la aparición en la campaña de Trump, su hijo Donald Trump Jr. y Pence.
Trump felicitó a Reeves el martes por la noche.
“Nuestro gran mitin el viernes por la noche movió los números de un empate a un gran TRIUNFO. Gran reacción bajo presión, Tate”, tuiteó Trump.